HATH (USA) «Of Rot And Ruin» CD 2019 (Willowtip records)
Por Cesar Luis Morales
Hasta ahora, New Jersey – uno de los cincuenta estados de los States – era conocida principalmente por ser la cuna de los BON JOVI que, por decirlo de una manera clara, Heavy, lo que se dice Heavy, no son. Si ya nos ponemos a investigar, descubrimos a DANZING, a HUMAN REMAINS, ILL NIÑO, los MUCKY PUP o los OVERKILL. Pero vamos lo que la gente recuerda de New Jersey es a los BON JOVI. ¡Joder, si tienen un álbum que se llama “New Jersey”!.
Y de allí, del estado que vio nacer a John Francis Bongiovi Jr (el verdadero nombre del guaperas del Hard Rock, ¡colorea y aprende con Teo!) vienen los HATH. Puede que en su infancia escuchasen las melosas baladas del anteriormente citado, pero los cuatro músicos que se juntaron para grabar este “Of Rot and Ruin” vienen de otra escuela. ¡Por fortuna! De hecho tanto el batería AJ Viana, como el guitarra y vocalista Frank Albanese ya han compartido varios proyectos juntos (OPHIDIUS, HADEAN REIGN y TOTAL RUINATION). Así que se debieron sentar un día y se debieron decir: “Vamos a poner a New Jersey en la primera división del Prog-Blackened Death Metal”. Y vaya si se lo han tomado en serio.
Ya sólo con el tema de inicio, “Usurpation” nos dan una idea de por dónde van los tiros en sus letras: “The brighter the flame the deeper the shadow”. Y HATH estallan como una supernova. Desde el primer momento abren con toda la artillería: riffs retorcidos y técnicos tocados a toda castaña; multiples cambios de ritmo y una batería que perfila ritmos como un reloj atómico, a toda pastilla pero al milímetro, o, si así lo preferís, a la semifusa. A medio camino entre el Black y el Death, pero siempre en ese ámbito hipertécnico.
Si queréis, podemos hablar del inicio del siguiente tema, “Currents”, con esa intro de guitarras acústicas, entre lo fantasmagórico y lo OPETH-iano, para seguir con lo anteriormente descrito. El intenso trabajo de metrónomo atómico por parte de AJ Viana y de qué manera aporrea, cambia y machaca blast-beats. La manera en que los dos guitarras (Peter Brown y Frank Albanese) se marcan riffs hiper-técnicos para pasar a otros interludios más extremos (hay Black, hay Death, hay partes más melódicas, pero siempre dentro de esa abrasión). “Rituals” nos muestra las gloriosas intervenciones de Greg Nottis al bajo, siempre arropado por la supernova instrumental de HATH, donde el bueno de Greg va llevando el peso melódico de la canción al igual que las vocalizaciones, que abandonan el natural y agresivo “growl” de los estilos extremos para explorar otras más limpias y melodiosas, pero igualmente intensas y furiosas. Un puntazo.
Siguen con “To Atone”, sin apenas haber terminado de disfrutar el tema anterior, este entra a saco, con una ensalada de riffs muy OPETH, pero se queda en una amalgama de potencia casi descontrolada y rompe la dinámica del resto de temas. Quizá el tema más flojo del disco (compositivamente hablando, porque es una pesadilla decibélica, y rompe, como digo, la dinámica que siguen el resto de temas, en cuanto a estructura, duración y composición). Porque continuamos con “Withered” y el disco vuelve a recuperar el pulso, la tensión. Fragmentos acústicos, combinados con la potencia anteriormente demostrada por toda la banda al completo, las sinuosas líneas de Nottis, los riffs de Brown y Albanese y Viana dirigiendo el cotarro con el metrónomo de Satán.
“Worlds within” persiste en el intento de combinar lo acústico y lo eléctrico, lo Black, lo Death, lo Opeth, lo Prog, lo Tech y todo lo que sea música extrema y… Nada de spoilers, si queréis descubrir si lo consiguen o no, echadle un par de orejas. Para mí, quizá uno de los mejores temas del álbum. “Kindling” abre la trilogía final de cierre de este disco. Un breve fragmento acústico, que nos encarrila hacia “Accursed”, con su glorioso comienzo evoluciona como lo ha venido haciendo el sonido de HATH a lo largo de todo el álbum. Y os podeis acordar de OPETH en sus tiempos más guturales, pero, a pesar de ello, HATH consiguen llevar la musicalidad, la canción, el disco y su estilo hacia sus propios derroteros, a pesar de esas influencias. Cierran con “Progeny”, un tema que van haciendo que crezca mientras se acercan al final del álbum, para cerrarlo con dobles bombos acelerados, riffs épicos y las mismas campanas que abrían en “Usurpation”.
Para HATH esta es su carta de presentación (tienen un EP, “Hive”, de 2015) y no podría ser mejor. Faltan detalles, aquí y allá, pulir alguna cosilla, establecer y asentar aún más su propio estilo; pero si siguen por esta senda van a colocar a New Jersey en la escena del Metal extremo, en la primera división, y nos olvidaremos de que es el estado de BON JOVI y diremos: ¿New Jersey? ¡Ah, sí, de allí son los HATH!
Nota - 9
9
Nota
Para HATH esta es su carta de presentación (tienen un EP, “Hive”, de 2015) y no podría ser mejor. Faltan detalles, aquí y allá, pulir alguna cosilla, establecer y asentar aún más su propio estilo; pero si siguen por esta senda van a colocar a New Jersey en la escena del Metal extremo, en la primera división