Cuan difícil, cuan arduo es el camino de la iluminación. En ese ascenso espiritual e intelectual hacia cotas más elevadas, hacia una suerte de comprensión más absoluta de conceptos hasta entonces esquivos. En eso proceso, ¿cuánto se queda atrás? ¿Cuánto nuevo se abre ante nuestra recién adquirida intelectualidad? Ay, niños y niñas, la iluminación… ¡Colorea y aprende con Teo!
Pues eso es lo que debieron pensar los miembros de la banda que nos ocupa en el año de la pandemia. Formados en el 2020, los tres miembros de ILLUMINATION arrastran a sus espaldas un amplio bagaje de bandas de la escena extrema de Rio de Janeiro. En aquel momento en el que se colgaron sus instrumentos en el local de ensayo, se miraron y tuvieron una epifanía. Dos años después de dicha revelación, tenemos en nuestras manos el resultado de dicha sinergia: “Worship Death more than Life”.
“Ngh W Srr” (¡que vaya con el titulito!) abre el álbum con una serie de acordes acústicos en la línea EMPEROR, melancólicos y etéreos y enseguida nos asaltan los primeros guitarrazos electrificados y discordantes. Y lo primero de lo que me doy cuenta es que la producción es seca, opaca, sin brillos. Oh, sí, desde luego, todo suena: las guitarras, las baterías, los platos, pero el sonido es escueto, desnudo. No es una producción chapucera de los años 80’s, grabado con un cuatro pistas, pero sin duda los músicos han buscado plasmar sus ideas con un sonido crudo, sin caer en la pomposidad pero tampoco sonando a amateurs. Los blast-beats dan paso a un mid-tempo donde se permite que la música respire y se crean espacios para, por contraposición, definir la música. Porque recordemos que la oscuridad la podemos definir por la ausencia de luz y a la inversa, la luz es la ausencia de oscuridad. Y hay Black Metal, del bueno, del crudo, del de armonías discordantes, del de voces guturales, del de decadente belleza.
“Lux Ferre Gnosis” sigue por la misma línea del tema de apertura, melodías discordantes. La producción es quizá lo que más me ha obligado a prestar atención. Ese sonido carente de brillo me ha hecho centrarme más en el resto del trabajo y ahí está su especial encanto. Aparecen los arreglos melódicos antes de un barullo sónico a base de tremolo picking, y entonces me doy cuenta de que estos tres brasileños están agrupando las distintas vertientes de nuestro amadísimo Black, porque hay Black Metal puro y duro, pero también hay PostBlack y también Atmospheric y también… “Occult science” es un buen ejemplo de ello, se meten a barullo, al furioso, abrasivo e hirviente Black, aunque luego le dan un par de vueltas para enlazar con “UY Scuti”, un mistérico interludio, como una maléfica nana para dormir a Damien Thorn (el niño de “La Profecía”; ya sabes, el Anticristo). “Thy Darkness” es Black Metal clásico, crudo, agónico, enraizado en la ultratumba, con una voz a cargo de Diego Mercadante que rinde justo homenaje a Per Yngve Ohlin, alias “Dead”, el primer vocalista de los ínclitos MAYHEM. “Venus Shukra” es, por el contrario y de nuevo, un profundo y amplio estudio sobre las distintas vertientes del Black. El tema más largo del trabajo deambula por los sonidos Post, pero también se encuentra enraizado en las oscuras sonoridades del Black clásico a base de tremolo picking y blast beats, con pinceladas e incursiones en otros estilos. Una vuelta de tuerca más a la composición y quizá el tema más representativo de ILLUMINATION, que cierran el trabajo con una outro acústica “Dead Photons”.
Así que sí, oh, niños y niñas, estamos a 2022 y el camino hacia la iluminación es arduo. Como arduo y difícil es sacar un álbum en estos tiempos que corren. Y estos brasileños se lo han marcado por todo lo alto. Se unieron en plena pandemia; un par de años después sacan el trabajo que hemos disfrutado. Se meten dentro del barullo del Black y encima son capaces de contraponer conceptos como una producción opaca pero no amateur; tiran del Black clásico pero lo remozan y lo hacen interesante a pesar de los años. Arduo camino el de la iluminación, pero siempre podremos contar con música que, como un mantra tibetano, nos puede ayudar a alcanzar ese estado.
Puntuación
Nota - 8.9
8.9
Nota
Se meten dentro del barullo del Black y encima son capaces de contraponer conceptos como una producción opaca pero no amateur; tiran del Black clásico pero lo remozan y lo hacen interesante a pesar de los años. Arduo camino el de la iluminación, pero siempre podremos contar con música que, como un mantra tibetano, nos puede ayudar a alcanzar ese estado.