INDOCTRINATE (CHL) «Antilogos: Arcane Transmutation in the Temple of Flesh»

El 25 de septiembre fue la fecha establecida por la discográfica Unholy Prophecies para el lanzamiento internacional de «Antilogos: Arcane Transmutation in the Temple of Flesh», el álbum debut de la banda chilena INDOCTRINATE. Aunque parecería que la banda es una entidad completamente nueva, sin grabaciones públicas previas, este trío formado por H.O.E.V. (voz y bajo), Perpetual Nothing (guitarra) y Cristian Rivera (batería) en realidad se levantó de las cenizas de SADISTIK GOATHAMMER, que fue fundada en 2006 por el vocalista/bajista H.O.E.V., el único miembro original ahora activo en INDOCTRINATE. La intención con SADISTIK GOATHAMMER no era innovar, sino volver a los sonidos brutales y primitivos de bandas como SARCÓFAGO, MYSTIFIER, ABHORER, PARABELLUM, BLASPHEMY y CONQUEROR entre otras. Tras años de lucha y cambios en la alineación, SADISTIK GOATHAMMER lanzó algunas demos y splits y finalmente, en 2019, y después de grabar el mismo material tres veces, conllevando un retraso de varios años para la banda, la sesión de grabación debut de INDOCTRINATE se completó. Ese cambio de nombre fue significativo, ya que los tres miembros han crecido en los años intermedios, y ahora se esfuerzan por desplegar un estilo igualmente salvaje pero más sofisticado de black / death metal.

Conceptualmente el LP discute temas relacionados con la experiencia religiosa antediluviana, el éxtasis, el sacrificio, el erotismo y la violencia, augura un lirismo plagado de horror de otro mundo y temas sobrenaturales: una trascendencia desde un estado primitivo a uno elevado. Implacables, sofocantes y oscuros, así son INDOCTRINATE y lo demostrarán durante los 28 minutos de este álbum.

«Antilogos: Arcane Transmutation in the Temple of Flesh» son 8 pistas de siniestro black / death metal en estado puro. No hay que esperar mucha complejidad en la música, pero eso está lejos de ser una prioridad para ellos en este punto de su existencia. En lugar de seguir a otras bandas, tomaron un camino diferente empujando así el nivel de brutalidad aún más. Las composiciones locas y envenenadas atrapan al oyente en un laberinto inescrutable de gritos maníacos y creando una atmósfera que resulta sucia, espeluznante e inquietante. El oyente está realmente expuesto a la tortura auditiva cuando se enfrenta al contenido de este disco, y esto no es una hipérbole.

La batería, aunque suena bastante plana, es demoledora. Sí, es descuidada y no mantiene el tempo perfecto todo el tiempo, pero es como una máquina de la muerte que golpea sin piedad el alma del oyente fuera de su cuerpo. A su vez, los riffs le dan un sonido muy malvado a la música haciendo que las voces y el resto de los instrumentos suenen más macabros y locos. Las voces alternan gritos frágiles de desesperación más humanos y monstruosos gorgoteos de disgusto haciendo que algunas partes resulten muy perturbadoras y, si a todo esto añadimos la reverb,  la idea de que toda esta oscuridad sale de dentro de una caverna resulta mucho más creíble.