Por Santi Gzlez
Sé que este quinto trabajo completo de los “originariamente” noruegos era muy esperado después de tres añitos de sequía. Sé que tienen un buen puñado de seguidores y sé que aquí hay calidad, brutalidad y todo lo que queráis, pero… fue leer el título del disco y, joder, que me entro la risa. Sí sí, no una sonrisa, sino una carcajada. Y es que muchas veces nos tomamos esto del metal extremo con una seriedad que no es ni medio normal. A ver, seriedad como músicos, como productores, como promotores,…. bla bla bla, pero por favor, que no hacemos más que mirarnos el ombligo, esto es solo metal y como tal hay que tomarlo. Si esto le sienta mal a alguien aprovecho también estas líneas para pedir disculpas, porque, de la misma manera que ni las portadas, portadones, nos los vamos a tomar en serio, tampoco los tracklist y mucho menos el sentido del humor de un humano como yo.
A lo que vamos. Un poco menos de 40 minutos de una de las bandas que hizo de esto del Slam algo grande y que, como no puede ser de otra manera, sabe mantenerlo, alejándose al polo opuesto de todo lo que tiene que ver con la nueva ola de slam, con los cortes más core, con las modernidades y con esos breakdown. Nada de eso, aquí lo que tenemos es lo que sabemos que ellos nos va a ofrecer, es decir, slam brutal Death/grind del de los de con buenos cojonazos. Con una producción excelente, limpia, apabullante, actual pero no moderna y con una distorsión de guitarra que te va cortando las venas en cada empujón de púa.
Por otra parte, a quién puede asombrar esto que digo, si lo va a editar Comatose Music la próxima semana!!! Comatose, que no se prodiga en melodías pachangueras precisamente.
Eso sí, y puesto que sé que si lees esta reseña es porque ya conoces a KRAANIUM antes de empezar a leer, no esperes nada nuevo, ninguna novedad, ningún cambio y ninguna sorpresa. Para bien o para mal, aquí hay brutalidad a varias velocidades, riffs slam, voces ultraguturales y un huevo, pero un huevo, de cambios de ritmo.
Lo que no entiendo muy bien porque han optado por una producción de batería tan sumamente artificial. Y no me refiero al sonido, o no solo al sonido, sino a que… las líneas están tan retocadas, tan editadas, que suenan realmente artificiales. Algo que le quita mucha naturalidad al resultado final y que hace bajar enteros a un trabajo que a buen seguro es del gusto del publico deseoso de blasfemias viscerales.
Nota - 7.5
7.5
Nota
Eso sí, y puesto que sé que si lees esta reseña es porque ya conoces a KRAANIUM antes de empezar a leer, no esperes nada nuevo, ninguna novedad, ningún cambio y ninguna sorpresa. Para bien o para mal, aquí hay brutalidad a varias velocidades, riffs slam, voces ultraguturales y un huevo, pero un huevo, de cambios de ritmo.
