MYCELIA (SWI) «Apex» CD 2018 (Eclipse Records)

Por Antonio José Lastres

Interesante banda que nos llega desde Suiza bajo el acojo de Eclipse Records.

Hablamos de MYCELIA, un virtuoso e interesante combo de metalcore progresivo, también conocido como djent. Si bien la banda ya dejó caer su manera de hacer las cosas en sus dos últimas obras, “Obey” (2015) y “Dawn” (2017), ahora lanzan su primer larga duración para reafirmarse en su propuesta.

Hablamos de “Apex”, que si bien no desentona en el contexto de los trabajos antes mencionados, si va más allá, incluyendo nuevas sonoridades y arriesgando más sus propuestas previamente ejecutadas. Desde arreglos electrónicos muy bien usados hasta medidas y justas dosis de jazz para complementar unas canciones ya de por si técnicas.

La canción que abre el álbum, “Eight Miligrams” sintetiza muy bien lo que se va a escuchar a lo largo de todo el trabajo. No faltarán sintetizadores, como se puede comprobar, ni el magnífico juego de voces entre Furer y Villiger. Junto a esto, la canción jugará con cambios de ritmos, paradas y momentos caóticos hasta el final.

El caótico inicio de “Nefarious Seeds” no dejará indiferente a nadie. Tal vez puedan pecar de soberbios y excesivos, pero esto se olvida en cuanto vuelve a entrar ese acertado juego de voces guturales y limpias. Por lo demás, djent genérico muy bien ejecutado. El trabajo de las guitarras es impresionante, y esos instrumentos de viento en la recta final de la canción no hacen más que engrandecerla.

Las escalas exóticas se apoderan del inicio de “Lawnmower Man”, ya que dominarán todo el espectro de la canción. A pesar de cargar con la mayor parte del protagonismo, el trabajo de la sección rítmica es para quitarse el trabajo con los contratiempos que ejecutan.

Cambio de tercio en toda regla más que agradecido con “Once Upon A Lie”, un acto de experimentación total en la que el bajo cobra protagonismo junto a la sección de viento. Menos caótica y más frenada que sus predecesoras pero igual de interesante. Eso sí, no querrán terminar la canción sin un gran momento de sintetizadores para cerrar.

Djent en el mayor sentido de la palabra es lo que encontramos en “East of Eden”, una suerte de interludio que abre paso a “Monolith”. De nuevo las voces se contraponen la una a la otra de manera soberbia mientras la batería desafía las leyes de la física a ritmo de doble bombo, contratiempos, breackdowns y blast beats. Es increíble como estos músicos te suben a lo más alto para detenerlo todo con un interludio de jazz. Espectacular.

De nuevo un extraño interludio con “Holler”, que nos muestra las dos voces en limpio, con un registro más propio del góspel que del djent, y acompañadas por una batería muy pesada, lenta y marcada. Esta calma durará lo que tarde “The Hateful Half-Dozen” en comenzar, rabia en forma de djent con sintetizadores y guitarras realmente esquizofrénicos. Es también, sin contar los interludios, la canción más breve del álbum.

En contrapunto, “Slip-Along Jack Mctravis” es la canción más larga del disco, con casi ocho minutos de duración. En esta encontramos todos los elementos del discos aunados. Es bien sabido lo difícil que es realizar una canción de metal progresivo de esta duración (valga la redundancia) sin que suena angosta, repetitiva o aburrida y, tras haberla escuchado varias veces, esta lo consigue. Desde un bonito piano con armoniosas voces como compañeras, hasta las ya rutinarias guitarras y baterías alocadas que te hacen perder el sentido. Todo muy bien entrelazado para crear una canción bastante competente que, sin duda, va ganando en emotividad y buenos momentos conforme va avanzando.

Para no perder la costumbre, la banda nos suelta otra bofetada instrumental llamada “Flak” para ponernos en situación de cara a “E.V.A” otro momento del djent más genérico bien ejecutado. Las voces siguen en equilibrio mientas que los instrumentos se dedican a crear una increíble capa de polirritmos marca de la casa.

Tras todo esto y acercándose al final, será difícil sorprender, y eso se nota en “Cromulon”, que sin ser mala canción transmitirá la sensación de no aportar demasiado y pasará sin pena ni gloria. Sin embargo, “Timesick” volverá a despertar el interés perdido  Si crees que ya lo habías escuchado todo y esta canción te parece más de lo escuchado en las anteriores canciones, espera a escuchar ese interludio 8 bit que abrirá paso a unos excelentes que cerrarán de manera soberbia la canción que cierra el álbum.

Muy buen trabajo el llevado a cabo por estos suizos que no tienen miedo a experimentar dentro de un género que suele autoplagiarse con frecuencia. Si eres fan del metal progresivo contemporáneo y de bandas como PERIPHERY o BETWEEN THE BURIED AND ME disfrutarás de lo lindo con este disco y con cualquiera de la banda.