Por Jorge De La Cruz
El nuevo disco del grupo australiano NORTHLANE llega al mercado bajo el título “Mesmer” y editado a través del sello discográfico UNFD Records. Este disco sería el cuarto álbum de estudio de su carrera.
Formados en 2009 en Sídney, Australia, el grupo está compuesto por Jonathon Deiley y Josh Smith a las guitarras, Alex Milovic al bajo, Nic Pettersen a la batería y Marcus Bridge en las voces.
El primer tema que nos encontramos en el trabajo es “Citizen”, que comienza dándonos unos riffs de guitarra leves, para luego introducir la voz, y meter guitarras y baterías a mansalva, para deleitarnos con unos ritmos bastante pesados, que poco a poco van derivando en otros más lentos, dominados por una voz limpia muy técnica con pequeños toques de guturales. La mezcla de ritmos pesados con lentos es una seña de identidad, demostrándonos la cantidad de variaciones que nos vamos a encontrar en el trabajo, al igual que en “Savage”, tema que suena en tercer lugar, y que nos introduce mediante unos ritmos muy lentos, para luego darnos unas melodías muy progresivas, con diferentes ritmos en las guitarras y con una batería bastante agresiva y una voz gutural bestial. Nos encontramos, también, ante una parte que dominan el bajo batería y voz, sobresaliendo está por encima de todo, con un tono muy limpio, consiguiendo una variación interesante sobre el resto de ritmos pesados.
“Intuition” suena cuando nos acercamos al ecuador del trabajo, que nos abre con guitarras agresivas de fondo y voz en primer plano, que va variando entre limpia y gutural, para al momento darnos ritmos agresivos, con unos riffs de bajo bestiales, predominando por encima de los ritmos de guitarra. Hacia mitad del tema, nos topamos con unos ritmos frenéticos, donde la batería toma mucho protagonismo, y se entremezcla con una voz gutural que acentúa más la agresividad del sonido.
Acercándonos al final, y en novena posición se reproduce “Render”, uno de los temas más progresivos del trabajo, ya que comienza con unos sonidos muy leves, y luego sube el tono de manera muy agresiva, dándonos unos ritmos pesados, con cortes a contratiempo, donde le bajo juega un papel fundamental, quedando a veces solo con la batería y la voz. En ciertas partes, introducen algo de electrónica, que le da un toque de frescura y combina bastante bien con el sonido del grupo, al igual que pasa en “Mesmer” último tema del trabajo, donde nada más empezar nos encontramos con unos ritmos electrónicos muy leves que poco a poco van subiendo el tono, para luego volver a caer y darnos un tema dominado por sonidos electrónicos, con apenas unos toques de voz, creando un punto diferencial, entre el primer y último tema, de una manera brutal, cerrando el trabajo con una canción muy diferente al resto.
En mi opinión, el nuevo disco de NORTHLANE, los posiciona como un grupo ya muy consolidado, con un sonido muy maduro y unas composiciones dignas del gran grupo que son. Las guitarras suenan de escándalo, con ritmos agresivos y progresivos, junto con una voz que mezcla gutural con melódicos y bajo y batería creando bases muy consistentes, hacen del conjunto unas canciones muy compactas y precisas, que, junto con algunos toques de electrónica, les da ese punto diferencial; haciendo que los temas se hagan entretenidos y disfrutes el disco de una manera fantástica. Todo esto, unido a la buena producción de la que goza este trabajo, hace que posiblemente se coloque entre los mejores discos del año.
