QUIETE (ITA) «Riflessi»

A nivel químico es alucinante la simplicidad de determinados elementos fundamentales para nuestra existencia. El agua, por ejemplo, es de una sencillez pasmosa: H₂O, una molécula con dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Y no hace falta más pero cubre el 75% de la superficie de nuestro planeta, al igual que nosotros mismos con una proporción similar. Y de la misma manera, la sal: NaCl, un átomo de cloro y otro de sodio. ¡Colorea y aprende a formular con Teo!

Como veis no hace falta nada más que dos componentes para crear algo fundamental. Del mismo modo, Nicola Trentin y Matteo Penzo; el primero a cargo de todas las cuerdas, los teclados y la voz, y el segundo, de la batería. Juntos forman QUIETE y presentan su primer larga duración, “Riflessi”. Hace cuatro añitos de nada de juntaron esfuerzos y tras publicar un EP y un single, se han coronado con su primer trabajo. Simple, sencillo y ¡vamos al lio! “Risveglio” abre a modo de intro sin aclararnos nada: unos acoples de guitarra y una melódica línea de teclados. Pero enganchando con el mismo leitmotiv dibujado en la intro, arrancamos con “Aurora”: grande, majestuosa, una línea de batería potente y dinámica, un perfecto equilibrio entre las vocalizaciones limpias y los growls. Un rollo post-black, pinceladas a lo AMESOEURS, Prog y Metal de nuevo cuño combinados de manera magistral. Lo que he dicho: sin sal y sin agua nos deshidrataríamos en tres días, y son moléculas de dos átomos. Llámalo hidrógeno y oxígeno, Nicola y Matteo o cloro y sodio.

“L’Attimo” si comienza con una bestialidad de tremolo picking, pero el acompañamiento de teclados es tan melódico y etéreo que te lleva a apreciar la intelectualidad de los componentes y las ganas de hacer algo más que puro Black. La combinación entre la delicada belleza y la desesperación es perfecta para saltar al siguiente tema. “Madre” es de una perfección sublime desde su inicio, pasando por los distintos estadios, de los ambientes más melancólicos a los estallidos de cólera, del Post al Black y vuelta a empezar en una gloriosa espiral ascendente de emociones. El tenso y vibrante inicio de “Gocce” nos vuelve a sumergir en otro increíble tema, un interludio instrumental con una personalidad propia y evocadora. Y ¿”Samsara”? Un lucimiento personal a cargo del Sr. Penzo que lleva una percusiva línea sobre la que Trentin susurra (y se agradece que en la mezcla le hayan dado preponderancia a la voz para que los timbales no se lo coman todo). Pero, no fiarse, gente, que los estallidos coléricos y Black son de aupa. “Autumna” es un rapidísimo ejercicio de precisión a cargo de un impresionante Matteo Penzo que fluctúa como el mercurio entre las secciones más aceleradas a las más progresivas. Con el respaldo de un músico así, es normal que Trentin pueda explayarse a gusto en el desarrollo de los temas, y éste es un claro ejemplo de ello. Y de nuevo, cerrando el disco, “L’Agguato”, nueva demostración de la destreza compositiva del combo italiano. Todas las partes ensabladas, las melódicas, las acústicas, las más Black, los susurros, los growls, la velocidad, la emoción…

Simplemente son dos personas, dos músicos experimentados sacando lo mejor de sí mismos y plasmándolo en un lanzamiento redondo. Lo sublime de la química, dos átomos, uno de cloro y otro de sodio, la sal de la tierra, Nicola y Matteo, Matteo y Nicola creando una obra maestra de Post, de Black, de Metal emotivo y desgarrado, furioso y musical, etéreo y electrificante. QUIETE le dicen, esto es química pura, la belleza desnuda de la simplicidad del equilibrio entre dos partes.