SEPULTURA (BRA) «Beneath The Remains» (Roadracer records, 1989)
Por Daniel Ureña Cruz
Corría el año de 1989 cuando los chicos extremos del país de la samba trajeron al mundo otro puñetazo sonoro de enorme gravedad e influencia para el metal extremo del sur americano y, por ende, el metal en general. Si sus tres anteriores trabajos no habían sido suficiente para tus oídos, “Bestial Devastation”, “Morbid Visions” y “Schizophrenia”, obras que ya demostraban y elevaban a la categoría de culto a la banda del riff por excelencia y a ritmos asesinos a golpe musical, ahora “Beneath the Remains” acabaría con esa nula posibilidad, brindándonos el riesgo de enfrentarnos al buen hacer, mejorando y embruteciendo el sonido cafre, atropellado y sucio al que hasta ahora no solo nos tenían acostumbrados, sino elevando ese mismo sonido a cotas donde nadie había llegado hasta entonces, salvo honrosas excepciones dentro del marco europeo, en el que el thrash posee una vertiente más acusada hacia el death (los casos de SODOM, una de sus máximas influencias, o KREATOR son ampliamente conocidos). Había nacido una obra maestra del metal extremo y de la historia de la música contemporánea.
SEPULTURA no solo es hablar de thrash-death, sino también de Brasil, Belo Horizonte y São Paulo, el país de la sangre caliente y los ritmos tribales, que la banda imprimía como sello personal en cada una de sus grabaciones hasta llegar a niveles de composición ciertamente distanciados de esta primera etapa, como “Roots” o, lo que todo el mundo piensa y nadie dice: la banda producto surgida tras ese último álbum con Max Cavalera en las filas del cuarteto, SOULFLY, donde los ritmos populares del Brasil más arcaico poseían una firme presencia. Y es que SEPULTURA no solo es la banda más popular de Brasil, sino también una enorme influencia para los cánones sonoros que durante los 90 comenzarían a sonar con nuevos tiempos de cambio, si bien para ese momento ya tendríamos “Chaos A.D”, donde la formación conseguiría otra etapa en su sonido, más alejado de las contundentes estructuras del anterior álbum, la otra obra maestra del grupo: “Arise”.
Aunque SEPULTURA siempre ha gozado de una gran popularidad, sus inicios fueron correctos y humildes, llegando a grabar con muy pocos medios sus dos primeros trabajos. Una vez esos medios aumentaron (modestamente) la banda cambió de rumbo a São Paulo, donde Andreas Kisser entró en la formación y se produjo una enorme revitalización, llevándola a un nuevo nivel con “Schizophrenia” y firmando por Roadrunner (en este momento, Roadracer Records).
En este contexto se encuentra “Beneath the Remains”, grabado en Rio de Janeiro y bajo la mano del mítico productor de death metal Scott Burns, gracias al cual la banda ganó en reconocimiento e imagen mundial, además de en éxito de crítica, lo que desencadenó convertirse en el grupo que ahora lideraba un estilo, el del thrash-death más furioso, rozando por otro lado más el segundo que el primero. Mucho puede decirse de este “Beneath the Remains”, de sus canciones, de su sonido, estilo, y es que es un álbum clave dentro de la carrera de los extremos brasileños, llegando a obtener con este trabajo su primer videoclip, “Inner Self”, que aumentó más si cabe su dilatada buena reputación.
Pero vayamos de viaje por los acordes de SEPULTURA en este álbum tan especial, uno de los más importantes del thrash fuera de las fronteras de Estados Unidos y Europa, porque merece la pena, y mucho. Con una mágica producción los brasileños comienzan con el título homónimo. Una sección inicial al más puro estilo thrash, atmósferica hasta la médula, acústica, unos punteos que más que la tempestad que continúa parecen anunciar la paz…pero pronto los ritmos asesinos de baterías compasadas con unas guitarras afiladas a golpe de riff nos demuestran que en este trabajo hay calidad, potencia, odio, agresividad. “Beneath the Remains” se ha convertido por derecho propio en uno de los temas más clásicos de la banda, junto a “Inner Self” o “Mass Hypnosis”, todas de este plástico. Tónicas comunes a todo el álbum van a ser los riffs ultra rápidos y, a veces, complejos de tocar, baterías violentas al más puro estilo death metal, sin descanso y una voz que roza, al igual que la instrumentación, el death metal más primitivo, sufriendo una notable mejoría desde el anterior trabajo.
“Inner Self” es la encargada de continuar con la masacre sonora. Sus riffs iniciales a partir de los cuales las baterías sutilmente van acompañando suponen en cualquier caso uno de los mejores inicios en una canción thrash. Hay sencillez y normalidad, pero la fórmula de los brasileños es precisamente esa: aunar lo mejor del thrash norteamericano con la agresividad europea. Es casi hiriente comentar una canción como esta, porque quien no esté familiarizado con el cuello roto que obliga a seguir el ritmo tiene una grave laguna necesaria de solucionar. Es la fiesta de la adrenalina. El resto de comentarios que aquí podemos decir se entroncan con el sonido SEPULTURA: cambios de ritmo manteniendo la esencia y dureza, solos demenciales, disparados y muy al estilo death metal pero también atmosféricos con un registro 100% al cuarteto brasileño. La recta final del tema se caracteriza por la aceleración al compás de una voz destructiva. Aquí solo hay tralla, señoras y señores, las sutilezas están reservadas por otras bandas.
Con un inicio similar pero más directo comienza el tercer corte del disco, “Stronger than Hate”, donde los punteos de guitarra al ritmo de baterías perfectamente compasadas se unen a coros y guitarras acompañantes que determinan un factor repetido hasta la saciedad en el thrash: aunque el guitarrista solista es el más “destacado” de una banda, la guitarra acompañante es quien lleva realmente toda la maquinaria. Un caso similar al que nos ocupa podemos encontrarlo en los cuatro primeros álbumes de METALLICA. No es que Hammet sea un mal guitarrista, ni mucho menos, pero es Hetfield quien, indudablemente, lleva el grueso de la potencia de la banda gracias a riffs a velocidades de vértigo, como ocurre en este caso con Max Cavalera.
Con “Mass Hypnosis” entramos ya en terrenos pantanosos. No solo por ese componente clásico que rodea a la banda, sino también porque es el mejor tema que ha compuesto, su culmen más grande y directo independientemente de la totalidad de su discografía. Los ritmos a velocidades infernales junto a la diabólica voz hacen que dentro del disco destaque el presente tema por encima de los restantes, a pesar de contar prácticamente con los mismos registros. No obstante, la fase intermedia de carácter atmosférico a base de guitarras, y que precede al solo, supone una de las mejores grabaciones de la historia del thrash. Con “Sarcastic Existence” volvemos a la carga, esta vez a base de perfecto combo donde los instrumentos se complementan de una manera más que sólida. Cambios de ritmos de batería y guitarras afiladas con los típicos “dejes de notas” a los que la formación nos tiene acostumbrados terminan por completar un puzle de gran complejidad.
“Slaves of Pain” y “Lobotomy” tienen el que posiblemente sea el sonido más SEPULTURA de todo el álbum. Ritmos machacantes a golpe de baterías donde el doble pedal se intuye con gran ingenio sin llegar a aburrir o crear una barrera de sonido a partir de la cual el resto de instrumentación salga airosa. No, aquí tenemos calidad compositiva por los cuatro costados (nunca mejor dicho), sin trampa ni cartón, oiga.
“Hungry” y “Primitive Future” son las encargadas de cerrar esta ópera a la brutalidad. Dos piezas de extraordinaria potencia que hacen que una vez llegues hasta el final del álbum pienses si realmente no has escuchado el mejor disco de thrash de tu vida. Sin exagerar en absoluto.
En definitiva, “Beneath the Remains” es un álbum que a buen seguro ya habrás escuchado, reescuchado y machacado hasta la saciedad y aburrirte, pero precisamente esa es la principal magia de este disco: que el paso de los años ha hecho que suene cada vez más fresco, y además, lejos del sonido thrash revival, donde absolutamente todas las bandas suenan bajo un idéntico patrón. Podrán grabarse miles de álbumes de thrash actualmente, con producciones realmente maravillosas y limpias en estudio, pero el encanto que poseen trabajos como este queda lejos de la actual escena, donde cualquiera puede sonar realmente bien con mínimos medios y un buen ordenador. SEPULTURA desafiaron eso desde el llamado tercer mundo (aún sigo buscando el significado real de la expresión…), donde las oportunidades eran limitadas pero demostrando que las ganas, el trabajo duro y los sueños firmes permiten conseguir todo aquello que te propongas en la vida. “Beneath the Remains” es un disco imprescindible en cualquier colección de metal que se precie, y una escucha más que obligada más allá de las etiquetas musicales. Es una obra maestra capaz de mirar frente a frente a clásicos del género más extremos, como “Reign in Blood” o cualquier trabajo de los alemanes KREATOR, SODOM o DESTRUCTION. SEPULTURA supieron hacer muy bien las cosas y demostrar que los medios y la localización geográfica no son condicionantes tan reales cuando se trata de escribir un disco de este calibre, lleno de sueños tanto desde la banda como desde los/as fans.