Los padres del invento. Los creadores del thrash metal (paternidad que comparten con una docena de formaciones de principios de los ochenta) lanzan otro directo para que el personal no se olvide de ellos. El sonido es espectacular, algo que se agradece en esta incierta época en la que se dan con demasiada frecuencia artefactos discográficos de nulo valor técnico. Si a la buena producción se le suman las canciones de un grupo que por algo lleva en este negocio treinta años, aquí nos topamos con un cedé que conviene escuchar si uno quiere estar al día de lo que se cuece en la revivida escena thrash metal. El disco se centra por una parte en su último disco (el título del trabajo así lo avisa) y en una especie de selección de su primera época, que, no nos engañemos, resulta la más interesante a estas alturas de la película. Las recreaciones en directo de himnos del thrash añejo de los 80 tocados con la precisión de hoy son para no olvidarse. “Practice what you preach”, “Into the pit” y “The new order”, por poner tres ejemplos, toman aquí unos aires de verdad apocalípticos. Y de todos modos, aunque se ensalce aquí la primera época de la agrupación TESTAMENT, hemos de avisar que no estamos ante uno de esos grupos acabados que solo viven de glorias pretéritas. Los últimos redondos de la banda con el sello Nuclear Blast cumplen su cometido con más eficacia que otros de su época, pero también es necesario recalcar que cuando TESTAMENT quiere volarle la cabeza a su público con una dentellada de su mejor repertorio, acuden a sus tres o cuatro primeros discos. Por algo será.
(Emilio Morote Esquivel)
