La banda del multi instrumentista Brennen Westermeyer, el cual se encarga de absolutamente todo en THORN, nos presenta esta nueva abominación en forma sonora bajo el enigmático, frio y distante título “Nebulous Womb of Eternity”, que hace la cuarta grabación completa del projecto. Esta vez la discográfica TRASCENDING OBSCURITY RECORDS está detrás de la edición y se presenta como el sello adecuado para esta monstruosa grabación.
Lo que THORN nos ofrece desde un comienzo es un aplastante, pesado, monstruoso y denso Death Metal con multitud de influencias del Doom más cadencioso y denso. Si a esto le añadimos una voz que procede de los abismos mas apartados, llena de reverberación y sonando como un rugido oscuro, nos podemos hacer una idea de por donde “van los disparos” en este álbum.
Siete son los cortes en los que se divide este álbum, con temas de una duración bastante extensa en su gran mayoría, aunque también nos encontremos con temas algo más cortos y que rondan los cuatro o cinco minutos, pero por lo general doblan esta duración. No pensemos en esto como algo negativo ya que, aunque nos encontremos con una grabación donde se desarrolla este estilo de música a la perfección, los temas son lo suficientemente variados como para no sonar monótonos o hacerse pesados. Incluso en “Entombed in Chrysalis” la mitad del tema no ofrece música, sino que pasa a ser como una sucesión de sonidos de mundos apartados y distantes, creando una sensación de transportar al oyente hacia otro mundo. El Death Metal más visceral y pesado nos golpea en otros temas como pueden ser “Quartersawn Remains”, “Zombifying Mold”, con riffs más pesados y demoledores que veloces y alocados, podemos afirmar que el estilo de THORN está más cerca de la pesadez y contundencia que de la velocidad e intensidad, siendo adecuado cuando se busca más una grabación oscura, lenta y monstruosa. Quizás de lo más veloz lo encontramos en “Haunting Gale” o ciertos riffs de “Zombifying Mold”, donde las guitarras se aceleran acompañadas de la batería a todo meter, aunque no pensemos que llegan a las velocidades de bandas de Death Metal más brutal, esto es más “clásico” por definirlo de una forma más precisa.
Buen álbum este cuarto larga duración de THORN, grabación que suena atronadoramente monstruosa, pesada y densa, con voces llegadas desde otra dimensión y aterradoras, guitarras pesadas y bajo demoledor, junto con una batería más que competente. Los temas están bien ejecutados y compuestos, aunque no podemos decir que los riffs sean memorables como para que la grabación sea de escucha obligatoria diariamente, quizás este sea el defecto más palpable, y se queden ganas de algo más elaborado, en este sentido. Pero si te gusta el Death Metal de corte clásico, pesado y denso, con cierto regusto a sonidos monstruosos y aterradores, puedes acercarte a este álbum porque encontrarás todo esto.
Valoración
Puntuación - 7
7
Nota
El multiinstrumentista Brennen Westermeyer regresa con Nebulous Womb of Eternity, cuarto larga duración de su proyecto THORN, editado por Transcending Obscurity Records. Un trabajo donde el Death Metal más pesado y monstruoso se funde con pasajes de Doom denso y oscuro, creando un sonido atronador y reverberante que parece emerger de otra dimensión. Con siete temas de duración extensa, el disco ofrece variedad y ambientaciones inquietantes, desde la atmósfera alienante de Entombed in Chrysalis hasta la contundencia de cortes como Quartersawn Remains o Zombifying Mold. Más centrado en la pesadez que en la velocidad, THORN entrega un álbum oscuro y asfixiante, ideal para quienes buscan un Death Metal denso, cadencioso y cargado de atmósferas terroríficas.
