Por: Daniel Ureña Cruz
Con una portada muy atractiva como carta de presentación aparece este “Carne condenada” de los canarios (Lanzarote) BLACKENED, cuatro músicos ya con cierta edad y trayectoria profesional a su espalda. Las demos “No” y “B”, grabadas hace años, tienen hermano con esta nueva obra de sólo cuatro temas (EP) empaquetados en trece minutos, donde nos presentan sus inquietudes musicales, aglutinadas en un sonido a medio camino entre el nü-metal y el thrash moderno o post-thrash.
El corte encargado de abrir el álbum es “Último abrazo”, de sonido actual y melódico donde la batería y las voces juegan el papel principal, y no nos referimos a que estos sean complejos pero sí a que los instrumentos de cuerda son simples en relación a ellos, con una necesidad imperiosa de pulir. Las voces intentan jugar un papel a medio camino entre guturales de death metal (nada más lejos de la realidad) y registros limpios que aportan un punto moderno y asequible al oído, pero que en determinados momentos llegan incluso a derribar un sonido excelente, digno de cualquier banda nacional de primer orden; ese elemento pasional no termina de encajar adecuadamente en alternancia con la voz grave, pues son diametralmente opuestas sin gradación alguna. A destacar el último tramo del tema, donde la velocidad del doble pedal se dispara con un ritmo cercano al thrash más agresivo pero quedándose en poca chicha debido a su corta muerte.
En el mismo camino tenemos “Desolación”, si bien en este corte los elementos thrash están más presentes. Riffs demoledores en dualidad con un doble pedal asesino y nuevamente alternancia de voces limpias y graves es lo que nos muestran, con un resultado interesante, sin lugar a duda, sobre todo de cara al directo.
El inicio de “Deshumanizándome”, lleno de potencia, está influenciado por el groove antes de entrar en terrenos melódicos que debilitan la fuerza musical. En la sección central encontramos algunos punteos solistas de guitarra, algo extraño dentro del recorrido que nos presenta “Carne condenada”. En la misma línea, aunque más cercana al thrash moderno comienza “Crucifixión”, un corte similar a lo ya escuchado, con mucha fuerza, brutalidad, pero con graves parones en las partes melódicas que cortan el ritmo de manera brusca.
En definitiva, “Carne condenada” tiene todos los ingredientes para ser un buen puñado de temas, con enganche instrumental, aunque poco pulido. Las voces limpias destruyen toda expectativa de ritmo cañero, pues aparecen cuando menos se esperan. Es quizás el hándicap más destacable de una grabación que parece estar hecha a retales, nuevamente por esas voces, porque salvo en “Crucifixión” el resto de temas parecen ser parches superpuestos a los ritmos duros y agresivos. Esperemos que BLACKENED se plantee hacer algo con este aspecto, porque desde luego sus grabaciones ganarían mucho, lejos de recurrir a estribillos asequibles y de fácil enganche para personas poco relacionadas con el thrash o el metal más extremo. No obstante, siempre es una buena noticia que veteranos de este calibre vuelvan al ruedo, por lo que les deseamos una larga vida llena de éxito en esta nueva etapa que se les presenta.
