Por Alberto Zamora
NASH B.C son el tipo de grupo que sonaría de fondo mientras algún fornido luchador de pressing-catch hace su teatrera entradilla en el cuadrilátero. Típico hard rock/metal moderno tan entretenido (en ocasiones) como inofensivo en su conjunto. La peculiaridad es que son griegos en lugar de yanquis.
Cuando comience “Burning Babylon” es posible que sea el nombre de MEGADETH el que te venga rápidamente a la cabeza, pero no te lleves a engaño, que no van por ahí los tiros. El disco se mueve entre los ritmos con groove rockero y las melodías vocales que acompañan a la sección rítmica, con un sonido claramente americano que puede recordar a grupos como GODSMACK o SOIL.
En “Black Fire” tanto la voz como el estribillo me han recordado una barbaridad al estilo vocal de Mr. Lordi de LORDI. Podía ser anecdótico, pero este timbre vocal se repite en más temas y nos trae a la cabeza inevitablemente al conjunto finlandés. Curioso cuanto menos.
“A thousand ways” mete baterías más thrash, además de un solo veloz, animando un poco la cosa, y de nuevo en su estribillo coreable volvemos a acordarnos de los ganadores de Eurovision. Para no ponerse demasiado heavys, el solo final es acompañado de un riff pesado y más machacón. Un buen tema en cualquier caso.
Tanto “Sands of Destiny” como “Highway” son aburridos temas con el ojo puesto en insoportables combos como FIVE FINGER DEATH PUNCH o los ya extintos (creo) SALIVA. Música que intenta parecer cañera, cuando en realidad pega más como acompañamiento musical de cualquier número de bar de streptease.
“The Siege” tiene un comienzo heavy con punteo que es puro AVENGED SEVENFOLD y el solo de “Mortal Bindings” tiene su aquel, pero “Hiding in Plain Sight” vuelve a ser demasiado previsible, tanto en estrofa como en estribillo, aburrIendo una mijina. En “Seeking” se acercan al medio tiempo, pero cierran el álbum cocinando la misma receta.
En definitiva, podéis pegarle una oída si os llama la atención cualquiera de los grupos citados y si os mola el rollo yanqui groove de radiofórmula. Particularmente, estas vainas no son santo de mi devoción.
