[CRÓNICAS LIVE] HAMLET + SOMAS CURE + KATARSICK – Sala Bóveda, 13.11.2015 Barcelona (Background Noise)
Crónica y fotografías: Lluís García Sola
Asistir a un concierto de HAMLET siempre es sinónimo de disfrute, intensidad y talento. Y esta noche no iba a ser ni mucho menos una excepción.. es más, de todas las veces que he sido testigo de uno de sus shows, y ya van unos cuantos, probablemente este ha sido uno de los más impactantes de los madrileños. Pero no avancemos acontecimientos y comencemos por el principio, que vino marcado por la actuación de la joven banda de Cornellà, KATARSICK, que hicieron gala de su cañero metal con identidad propia y la esencia de los primeros SLIPKNOT. Desgraciadamente nos perdimos los primeros temas, aunque llegamos a tiempo de disfrutar de cortes como “Insane Inside” y “Not Me”, que sirvieron para calentar a una audiencia con ganas de marcha, y demostrar sus tablas encima del escenario.
Pocos minutos más tardes saltarían a escena una de las promesas de la escena, SOMAS CURE, presentando su tercer álbum, “Mitos”, un trabajo redondo plagado de composiciones potentes que ponen de manifiesto la madurez musical que han alcanzado. Y creedme si os digo que su directo les hace justicia. Arrancaron con “Belial”, con la que no tardaron en conectar con el público asistente gracias a la fuerza que desprendían desde lo alto de las tablas, con un Txema Fonz combinando todos los registros vocales que es capaz de escupir, alternando la desgarrada fuerza de sus guturales con las melodías que rubrican sus parajes más dóciles, sin perder un ápice de intensidad. Esa conexión que comentábamos anteriormente se podía palpar en los estribillos de su siguiente tema, “Te Engañé”, con unas primeras filas que no paraban de cantar, gritar y saltar.
La noche seguía y sonaron trallazos como “La Huida”, que sonó especialmente metálica gracias a los agresivos riffs de las guitarras de Borja Iglesias y Álvaro Longarela. Le seguirían cortes como “Bitácora” o “Equilibrium”, recordando a sus anteriores trabajos, antes de volver a su máxima actualidad con la sobresaliente “Llueve”, de la que participó una audiencia que venía con los deberes hechos. Eso sí, aún no tocaba despedirse y aún hubo tiempo para la violencia de “Helios”, que dejó el pabellón bien alto y nos ayudó a entender el porque el nombre de la banda está últimamente en boca de todos. Un show que se hizo corto a pesar de dejar más que satisfechos a todo el respetable. Si aún no los conocéis estáis a tiempo para remediarlo, y si ya lo hacéis no les perdáis la pista porque vienen pisando muy fuerte.
Y hablando de pisar fuerte, había llegado el turno de los protagonistas de la noche, HAMLET, que venían dispuestos a darlo todo con un enorme disco bajo el brazo como “La Ira”, cuyo título no podría definir mejor el sonido del mismo. Eso sí, el concierto comenzaría con una mirada al pasado, a un brutal pasado, que venía representado por la violencia de “Egoísmo”, el clásico “Ceremonia T.V.” y la contundente “Muérdesela”, un tema cuya letra desgraciadamente parece estar siempre de actualidad, con una extrema declaración en contra de la violencia de género a través de una agresividad sonora que hizo temblar los cimientos de la sala de la ciudad condal. Llegados a este punto la comunión entre banda y público ya era total, como se podía observar en los rostros de felicidad de los omnipresentes Molly y Luis Tárraga, que no nos cederían prácticamente ni un segundo de respiro en todo el show. Así nos conducían a sus nuevos temas “Lamento”, “Nadie Más” y la fabulosa “Ser o No Ser”, marcada por la línea de bajo de Álvaro.
En la sala ya se respiraba ese ambiente de las noches mágicas, y un ambiente lleno casi hasta la bandera no hacía más que contribuir a la entrega de los madrileños con un “Limítate” que sonó cortante como cuchillas de afeitar con las guitarras de Luis y Ken llevadas al límite. “Antes y Después” marcó uno de los pocos momentos de calma que la banda nos ofreció, con un Molly que recorrió las alturas del local haciendo peripecias por encima de la barra a la vez que mantenía el tipo con la voz. ¡Y qué tipo! “Deja Vu” y “En Mi Nombre” volverían a marcar una mirada al pasado antes de seguir ejecutando cortes de “La Ira” como “Ciudad de Dios”, “Imperfección” o la pegadiza “Mi Religión”, que define a la perfección la filosofía de la banda y que parece haber calado muy hondo entre todos sus seguidores. Quizás algunos esperaban escuchar su nuevo álbum al completo, como habían hecho en algunas fechas anteriores, pero dada la calidad e intensidad de la descarga de la que estábamos siendo “víctimas”, dudo que nadie echará en falta nada de lo que no estuviera disfrutando en ese momento.
El público seguía entregado y dejándose hasta la última gota de sudor, junto a la salud de sus cuerdas vocales, en temas como “Dementes Cobardes”, antes de “Denunciar a Dios” y de darles al mundo “Tu Medicina”, que siempre viene acompañado por uno de los momentos más álgidos de sus shows. Un corte que marcó un antes y un después en el sonido del grupo. Seguimos con “Un Mundo en Pausa” hasta caer rendidos en las brazos de la emotiva “Imaginé”, su única concesión a esa pequeña joya llamada “Syberia”, tan extraña como brillante en su carrera discográfica. El final se acercaba, y Paco aporreó como nunca su batería, haciéndola temblar y desatando la locura entre la audiencia con un Molly totalmente desbocado entre sus fieles al ritmo de los acordes de su inmortal “Irracional”. Banda sonora de toda una generación. Pero un concierto de HAMLET no sería lo mismo sin el momento que puso punto y final a una increíble noche con “Jodido Facha”, que terminó por dejarnos exhaustos gracias a unos músicos que se habían dejado la piel, el sudor y la sangre encima del escenario. Te puede gustar más o menos su propuesta musical, pero los madrileños son los absolutos dueños de uno de los mejores directos de los que uno puede disfrutar. Y no solo en el panorama nacional… Aún recuerdo la primera vez que les vi en Ripollet en el año 98 presentando aquel descomuncal “Revolución 12.111” y esta noche me han hecho sentir tan joven como lo era entonces ¡Gracias!
HAMLET
SOMAS CURE