DECAPITATED (POL) «Cancer Culture»

Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor. Y la vida no es fácil para las guarniciones de legionarios romanos en los reducidos campamentos de Babaorum, Aquarium, Laudanum y Petibonum… Así, de esta manera, comienzan todas las aventuras de Astérix el Galo. Y así, año tras año, existen determinados reductos en nuestra decadente sociedad, en lo que a música se refiere, que siguen resistiendo a las hordas de la degradación musical. ¡Colorea y resiste con Teo!

Polonia es, sin duda, uno de esos puntos focales que resisten, todavía y como siempre, al invasor. Sí, me supongo que allí también habrá grupúsculos de B-bands, poperos melosos y vomitivos y toda esa caterva. Pero… como unos irreductibles galos, los polacos parecen estar empeñados en seguir siendo el reducto del Metal extremo. VADER son de allí, los BEHEMOTH también, y, por supuesto, la banda que nos ocupa: DECAPITATED. Y es que ya llevan la friolera de casi veinticinco años reventando cabezas. Y vaya carrera que han tenido, incluso con la muerte del miembro fundador Vitek en 2007, las continuas idas y venidas de músicos… De hecho, descubrirlos con aquel “Organic Hallucinosis” del 2006 fue toda una revelación y aseguraban que el metal extremo no estaba muerto. A fecha de hoy día, su “Homo sum” sigue siendo uno de esos temas que me vuela la cabeza a las primeras notas. Pues después de todo eso y más cosas, aquí siguen, con su nuevo trabajo, “Cancer Culture”

“From the nothingness with love” abre con su escaso minuto el trabajo, tenso como la cuerda de un arco. Enseguida entramos con el tema homónimo, y, ¡joder, sí, siguen en forma! Es un tema infecciosamente adictivo y la producción sólo ayuda a disfrutar aún más del trabajo de los polacos. Riffs monolíticos y crujientes, con un groove acojonante, una batería polirritmica y nítida, una garganta rugiente y visceral… “Just a cigarette” es un trallazo realmente interesante, que deambula entre el puñetazo al hígado del Death Metal, junto con partes más melódicas gracias al excelente trabajo de Vogg a la guitarra y la enorme calidad de los músicos que acompañan en esta andadura: James Stewart a las tímbalas y con el retorno de Pawel Pasek al bajo. “No Cure” es una locura de principio a fin, con todos los músicos disparados en todas las direcciones, haciendo cabriolas con los tempos y los compases, un puzzle tetra dimensional que ellos hacen que parezca sencillo.

Y luego ya llegamos al siguiente punto, que es la colaboración de Tatiana Shmalyuk de JINJER. Cosa curiosa: adoro a las dos bandas por separado, a los DECAPITATED y a JINJER. Pero la propuesta del tema “Hello Death” en un principio no me parecía interesante, más bien todo lo contrario, como algo forzado. Pero, escucha tras escucha, he descubierto como polacos y ucranianos han unido fuerzas y han mutado sus estilos, amalgamándolos y adaptándose los unos a los otros, dando a luz un engendro que combina lo mejor de ambos mundos. “Iconoclast” cuenta en este caso con la colaboración de otros gigantes; nada más y nada menos que MACHINE HEAD, y en concreto con Robb Flynn. El contraste entre la rasposa y subhumana voz de Rasta frente a la áspera y melódica de Flynn, como la banda se vuelve más groovy sin abandonar el filo Death. “Suicidal Space Programme” se desgrana con la maestría de los polacos, excitante, con multitud de cambios y atmósferas, con unas reminiscencias muy a lo Dimebag Darrel a la hora de atacar los solos y en el alargamiento de las notas. Y luego van y te meten una bofetada de un minuto y pico con “Locked”… What the fuck??? Ahora eso sí, después del sopapo del tema anterior, entra “Hours as Battlegrounds” que desde su percusivo inicio te va llevando en una ascendente espiral de riffs que sin ser estrictamente Death, si son una completa muestra de cómo engarzar atmósferas y acumular tensión para explosionar en un clímax musical. “Last supper” cierra el disco y es otro trallazo crujiente, con un inicio totalmente groovy, un desarrollo Death y una épica parte central donde Vogg vuelve a demostrar su excelencia como guitarrista extremo aunando técnica, melodía y expresividad.

Un ansiado retorno, de eso no hay duda. Polonia sigue siendo como la aldea gala de los tebeos de Astérix. Todo el mundo está invadido por la idiocia y la blandura musical. ¿Todo el mundo? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles polacos resiste, todavía y como siempre, al invasor. Y DECAPITATED son buen ejemplo de ello.