Para el que me conozca un poco, que haga esta reseña y le dé esos 9 puntos a un simple mini no le extrañará en absoluto.
Y es que soy un fanático seguidor de la vertiente más oscura, pesada y pantanosa de esto llamado Death Metal. Y no desde hace poco, sino desde prácticamente la creación del estilo allá por finales de los ’80 y principios de los ’90. Y tener 52 añazos y haber formado parte de la propagación de esta plaga hacen mucho también.
GATEWAY proviene de Bélgica. Y no, no me he equivocado, he dicho ‘proviene’ porque es solo un tío el que se lo curra todo. Se llama Robin van Oyen y toca todos los instrumentos y emite los sonidos guturales que se oyen en este disco de tan sólo 4 temas y apenas 26 minutos de putrido y brutal Death Metal.
La pesadez de las guitarras, el bajo provocando un terremoto en las paredes de casa al reproducir el disco a buen volumen y esas mencionadas voces provenientes de ultratumba hacen de este MCD una auténtica pasada de pura vieja escuela.
Las comparación con esta banda son necesarias para precisar a lo que suena GATEWAY, y es que si te van grupos yanquis del tipo DISMA o FUNEBRARUM mezclado con los japoneses COFFINS o los finlandeses HOODED MENACE, es casi seguro que esto te guste bastante.
La producción es de lo más apropiada, pesada y como si se hubiera metido 6 metros bajo tierra y denteo de un ataúd para registrar los temas. Una pasada, tú.
GATEWAY no son precisamente nuevos (o nuevo, como ya he explicado). Lleva desde 2014, ha editado un álbum completo en 2015 y tiene varios EP’s posteriores al álbum. A ver si me pongo a investigar un poco estos trabajos, que si suenan igual a este “Flesh Reborn”, me lo voy a pasar de muerte… ¡y nunca mejor dicho! Brutal…
Puntuación
Nota - 9
9
Nota
Las comparación con esta banda son necesarias para precisar a lo que suena GATEWAY, y es que si te van grupos yanquis del tipo DISMA o FUNEBRARUM mezclado con los japoneses COFFINS o los finlandeses HOODED MENACE, es casi seguro que esto te guste bastante.
