HARDCORE ANAL HYDROGEN (FRA) «The tales of Satan» CD 2014 (Apathia Records)
Autor: Eduardo Rodríguez
Miedo. Es lo primero que he sentido al toparme con la ficha que envía el sello en el promo pack. Miedo porque en el apartado género pone, literalmente, “Experimental Ethnic Metal”. Me pueden llamar conservador si lo desean, pero soy de los que piensan que “los experimentos en casa y con gaseosa”.
Sin más dilación voy a intentar escuchar el álbum de estos cuatro franceses con la mente lo más abierta que me sea posible.
De entrada, me llama la atención la portada. Creo que es realmente buena. Muy colorida y juega muy bien con motivos budistas sin caer en el ridículo. Hablando ya de lo estrictamente musical, el álbum se abre con “Dhamar”, que tras una breve intro de percusiones orientales empieza con un riff pesado y con garra. Unas voces tratadas con distorsión hasta el extremo. Tema machacón con pequeños descansos de mano de unos ritmos y melodías propias de unos músicos templo budista, pero rápidamente vuelven a la carga. Continúan con “Ramahd”, que empieza más rápido. Este tema es puramente hardcore y, al igual que su predecesora, intercambia las partes de metal con pasajes étnicos. En esta ocasión incluyendo algunos riffs propios del prog-metal. El tercer corte es “Release The Crackhead”. Éste cambia un poco la línea de los dos primeros temas. Es una mezcla de géneros sin pies ni cabeza… hardcore, grind y elementos electrónicos a lo ASIAN DUB FOUNDATION. Le sigue “Pentamère”. Una canción instrumental interpretada por unos monjes budistas fumando crack… o eso parece. La quinta pista lleva por nombre “Kalakaka” y es más ortodoxa dentro del género. Riffs hardocore y baterías contundentes. Para llevarla a su terreno la aderezan con sonidos electrónicos y la peculiar forma de cantar de su vocalista que, a estas alturas, empieza a irritar. Pasamos el ecuador del álbum con “Rupack”, en dónde destaca el hammond y la melodía progresiva a lo años setenta. Del siguiente corte “COI”, nos ofrecen un videoclip muy trabajado que deja claro que lo convencional no va con HARDCORE ANAL HYDROGEN. Esta canción es la que más sigue los estándares del metal, en general. Quizás por eso sea de las mejores, para mi gusto. Tiene los elementos exóticos que les caracteriza pero metidos de un modo sutil. El esperpento sigue con “KRR”, tema de veintiocho segundos que podría haber sido firmado por los NAPALM DEATH de hace 20 años si los británicos hubieran carecido de gusto… Por fin nos vamos acercando al final (porque la verdad que la broma, llegados a este punto, carece de gracia) con un tema de título innombrable ya que tiene caracteres koreanos, japoneses, chinos o vayan ustedes a saber. Dicho tema es una guitarra con ráfagas flamencas y unas voces (¿femeninas?) haciendo una especie de quejíos. La penúltima canción lleva por título “Coq au vin” y es otra vuelta de tuerca al experimento con todos los elementos del resto del cd. Llegamos al final de los 22 minutos de duración (por lo menos han sido hábiles midiendo los tiempos, supongo que conscientes de lo difícil de la propuesta) con “Chautal”, en dónde menos chirrían las flautas, la electrónica y demás parafernalia. Lo cual demuestra que pueden hacer todo esto pero con gusto y sin excesos innecesarios.
Después del prólogo de la reseña y de mis comentarios acerca del estilo (o estilos) de la banda, puede parecer que soy el típico metalero obtuso… pero no nos engañemos, la fórmula de voy a meter todo lo que se me ocurra para ser el tío más rarito y hípster del mundo del metal no es nueva y se puede hacer con cierta dirección y gusto. Sin irme muy lejos de mi propia casa, había una banda en Gran Canaria (disuelta hace como una década) que se llamaba HIPOSPADIA que lo mismo te metían una polka con voces guturales que un riff brutal death con voces melódicas y, ¡coño!, tenían gracia y te marcabas unos molinillos de puta madre con ellos. Pero el caso de HARDCORE ANAL HYDROGEN es diferente, buscan el exceso y el mal gusto de un modo premeditado… y si ese es su fin, lo han conseguido. Les doy el aprobado raspado porque creo que, como he dicho, todo es premeditado, por tener una producción muy buena y porque algunos riffs realmente se salen.