PATHOLOGY (USA) «The Everlasting Plague»

Madre mía… cómo pasa el tiempo: desde la salida del baterista Dave Astor de “unos tales” CATTLE DECAPITATION (según tengo entendido Dave quería evitar largas giras y así poder pasar tiempo criando a sus hijos cuando eran pequeños) han pasado la pequeña friolera de 15 años, durante los cuales estuvo constantemente activo con su “nueva” banda PATHOLOGY. En consecuencia, su último trabajo “The Everlasting Plague”, que salió a finales del año pasado por la todopoderosa Nuclear Blast, es ya el undécimo álbum de estos deathers estadounidenses con una necesidad crónica (es una banda muy prolífica de disco cada dos años) de destrozar todo lo que se encuentre a su paso. Una constante ha sido siempre la temática zombi-post-apocalíptica en el artwork de la banda norteamericana durante años… lo que no ha sido tan “constante” ha sido la formación del grupo, que ha cambiado muy a menudo en cada placa. Lo que desde luego no cambia disco tras disco es el estilo de la banda de San Diego, que sigue apostando por un death metal brutal y profundo, con voces graves y guturales y riffs aplastantes… sin embargo, si se me apura, “The Everlasting Plague” nos ofrece, sin salirnos de los parámetros puramente “brutal death”, un discazo variado, “refinado” y yo diría que hasta “elegante” con una producción de diez y en el que han cuidado todo tipo de detalles. 

Inesperadamente largo, (relativamente hablando para el estilo que practican), con 41 minutos de duración, “The Everlasting Plague” contiene el tipo de diversión deliciosamente brutal y desagradable que se puede esperar de la banda californiana. Sin embargo, lo que sorprende un poco, y no a modo de decepción, es que en medio de la brutalidad y la agresión sónica hay un nuevo sentido de la melodía y la atmósfera que antes el grupo no había sacado a relucir. ¡Bienvenido sea! Dejando en gran medida sus raíces slam aparcadas en pos de un un enfoque hacia el death metal un poco más moderno, no te engañes, estos nuevos temas no dejan títere con cabeza, pero lo hacen con un mayor grado de laboriosidad y sofisticación.
Las canciones están muy bien compuestas y cuentan con muchos ganchos pegadizos que quieren desgarrar tu carne sin compasión. Los gruñidos guturales del vocalista son perfectos para este estilo, fundamentando incluso las partes musicales más extravagantes con un núcleo férreo de inexorable brutalidad que es genial de escuchar. Las guitarras son extra crujientes con un tono sublime y los pesadísimos riffs sacan partido de ello para destrozar todo lo que se menee. Cuando aparecen las pistas melódicas y los solos, sin embargo, son brillantes y coloridas, lo cual se agradece. Impregnadas de una presencia emotiva a un nivel que rara vez se asociaría con este tipo de death metal, son a menudo llamativas y alegres de experimentar. Cuando se combinan con las secciones más atmosféricas, la verdad es que son una delicia. Todo esto, mezclado con las partes estruendosamente brutales y predominantes, da lugar, como decía, a un disco de brutal death sorprendentemente variado y con matices. 

«The Everlasting Plague» cautiva ya desde el principio. Hay una breve introducción con algo de música ambiental y luego las guitarras echan fuego y la batería suena como un auténtico terremoto. Pero es al llegar la voz sepulcral cuando la cosa se pone seria. «A Pound of Flesh» da comienzo al festival. “Enfermizo” no sería un calificativo lo suficientemente fuerte para expresar todo el aire pútrido que exhala el álbum. Sin embargo, «The Everlasting Plague» tiene algo de ameno. Se puede dividir en dos grandes partes. La primera es la vocal. La segunda es la instrumental. Sólo encajan cuando están juntas. La impresión que tengo es que se planificaron para que fueran realmente tan diferentes. Es decir, la parte instrumental por sí sola es mucho menos brutal que la vocal. De hecho, amén de potente y monolítica no deja de ser pulcra, intrincada y compleja.
A mi modo de ver este va a ser el disco que encumbrará a esta prolífica banda californiana, y además de forma muy merecida y encima ahora que están con la Nuclear Blast. “The Everlasting Plague” es un gran paso para PATHOLOGY, y nos muestra una evolución en su sonido que cautiva pues siguen sonando absolutamente brutales. En última instancia, este nuevo álbum es muy agradable de escuchar, y realmente hace vibrar al oyente. PATHOLOGY sabe de death metal, y después de conquistar los mundos del slam y el brutal death metal, ahora hacen también un guiño al death metal de corte más moderno. Yo desde luego no tengo ningún problema con ello. ¡Monumental trabajo!