Otra jornada más y con un tiempo excelente, aunque el día anterior daba lluvia para el sábado, nos escapamos de la misma y pudimos disfrutar al 100% de una nueva jornada del Resurrection Fest casi desde el principio, ya que no pude asistir al concierto de CLOSE TO THE SKY, otro de los ganadores del band contest, debido al pequeño retraso del bus al recinto, hasta que se llena no se pone en marcha y en los más madrugadores ya se iban notando el paso de los días.
Pero si llegamos para ver la mitad del concierto que estaban dando en el Chaos Stage de los catalanes WE EXIST EVEN DEAD, que volvían a las tablas de Viveiro tras su paso por el anterior band contest, para presentar su último trabajo “Chimera”, desplegando su metalcore repleto de tecnicismos y estribillos pegadizos mientras sus miembros saltaban sobre unos pódiums que tenían en el escenario y no paraban de disfrutar de su directo con temas como “Unlimited” o “One Last Hope”. Acto seguido el Main nos esperaba con una de las bandas míticas del panorama nacional, SKUNK DF, que pisaban por primera vez el festival a pesar de llevar 20 años en el panorama musical, ya era hora, dando todo un recital de la vieja escuela, con un setlist excelente y plagado de grandes éxitos como “Lucha Interior”, “Cirkus”, “Arde”, o “El Cuarto Oscuro”, además de una puesta en escena profesional, cercana al público, con un German González espectacular en el apartado vocal y sus movimientos excéntricos, así como un Pepe Arriols al bajo que es toda una eminencia en el mundo del metal nacional; un conciertazo.
La curiosidad mató al gato, acercándonos a ver a los vascos de SHARON STONER, que con tan llamativo nombre reunió a una centena de espectadores para ver su propuesta de rock cantado en vasco y catalán, divertido y agradable. Acto seguido los franceses DAGOBA hacían su irrupción en el escenario principal con un sonido un poco saturado donde la batería se comía al resto de la banda, pero que poco a poco se fue subsanando y animando a unas 4000-5000 personas que se esparcían por el césped aun medio sobreviviendo de circles pits. Como nota curiosa y algo estrambótica, la frase que dijo su vocalista “Vivan las tetas gordas”, que descolocó a más de uno, en un concierto correcto, pero que no pasará a los anales del festival. Cosa que sí harían los asturianos SOUND OF SILENCE, con un bolazo brutal tanto a nivel musical como a nivel interpretativo sobre las tablas de Viveiro, en el que sonaron temas de sus álbumes “El Anochecer” (2013) y de su último trabajo “El Llanto De Los Mártires” (2017), con wall of death incluido con Nefta (vocalista) en medio del mismo dando la orden para liarla, siendo esta la tónica de todo el concierto. Una banda con una actitud brutal en directo, siendo la primera vez que tenía oportunidad de verlos ya buen seguro no será la última, pues están en pleno proceso de lanzar material nuevo «Primvs Capite.»
Uno de los momentos del día fue el concierto de los ingleses SVALVARD, primera vez en España y esperemos que no sea la última porque fue un verdadero conciertazo, emotivo, agresivo, con una Serena Cherry en plena forma, desgañitándose y agradeciendo la acogida de la banda que llenó un Chaos Stage hasta la bandera. Una banda que siempre crea mensajes con su música, antirracista, feminista y rechazando las injusticias de esta sociedad, como los mensajes que dejó para la RED, mientras sonaban “Disparity”, “Revenge Porn”, “Click Bait” o el cierre espectacular con “Open Wounds”. Como nota, su merchandising era el único que estaba a un precio normal, 15 euros las camisetas y 5 los tote bags, y no las disparatadas camisetas de JUDAS PRIEST a 40 y 50 euros, aunque el promedio era entre 20 y 30 euros.
Y si intenso fue el concierto anterior, el de los portugueses GAEREA no fue para menos, un destroza tímpanos entre riffs enfurecidos de black metal y los alaridos de Guilherme que claman por vivir. A diferencia de la primera vez que los vi, el vocalista tocaba la guitarra, soltándola en los últimos temas, liberando el ser que esconde tras la máscara. Sonaron temas de su último trabajo “Limbo” como “Null”, “Urge” o “Mare”. Pero esto no acababa aquí y esta franja horaria se estaba convirtiendo en una maravilla pues los japoneses CROSSFAITH hacían su aparición en el Main Stage. Es bien sabido que no es fácil ver bandas del país nipón en España y su inclusión en el cartel es todo un acierto porque su profesionalidad, la energía que despliegan y el buen hacer está asegurado. Un escenario abarrotado en el que no se paraba de hacer circles pits, crowdsurfing y walls of death, con un vocalista, Kenta Koie, que daba más de lo que podía, bajándose y lanzándose al público, en constante movimiento, como toda la banda, mientras se sucedía su electronic metalcore y temas como “Gimme Danger”, “Freedom”, el tándem “System X” y “Xeno” o “Monolith”, en otro concierto para enmarcar de esta edición.
Si te gusta el metal extremo, estas de enhorabuena pues BLOODBATH, estaban sobre las tablas con miembros de PARADISE LOST, KATAATONIA y OPETH, comandado por un Nick Holmes espectacular en esta otra faceta, con un inicio de lo más oscuro y denso con temas como “Crucifers” o “So You Die”, que fue avanzando hasta “Cry My Name” o “Eaten”. Y como no, tras la tormenta viene la calma, pero una calma que engaña, con uno de los mejores sonidos que el Main Stage haya tenido nunca, una perfección y pulcritud de sobresaliente y una iluminación con proyecciones que ponían la guinda a otro de los momentos de este Resurrection Fest, la actuación de los titánicos MASTODON, te puede gustar más o menos su estilo, pero el recital que dieron es innegable con “Crystal Skull”, la increíble “Teardrinker”, “Mother Puncher” o “el colofón “Blood And Thunder”.
Y por fin tras varias jornadas, los hermanos Duplantier hicieron acto de presencia en Viveiro, GOJIRA venían a comerse el escenario con una puesta en escena minimalista, pero a la vez que espectacular con cañones de humo, fuego y confeti, una banda que se ha hecho un hueco entre los gigantes del metal y que desde el inicio con “Born For One Thing”, “Stranded” o “Flying Whales” hacia las delicias de los miles y miles de asistentes. “Silvera” o “Another World”, rompían la barrera del sonido y temas como “The Chant”, “New Found” o el cierre con “Amazonia” elevaban el status quo de otro concierto memorable con su alegato ecologista y con otro sonido de 10; larga vida a GOJIRA.