STEIGNYR (ESP) «the Legacy of Wyrd»
Art Gates Records, 2021

Escribo, una vez más, oh, niños y niñas, sobre la defensa del correcto uso de nuestras lenguas, de las que nos son propias, de las que hemos mamado desde pequeños, en contra de invasiones sajonas innecesarias. Si algún impertinente os habla de su “background”, preguntadle si, en realidad, se está refiriendo a su acervo. Tan bonita, tan rotunda y tan sonora: Acervo: conjunto de bienes o valores morales o culturales que pertenecen a un grupo. ¡Colorea y aprende a hablar correctamente con Teo!
Porque también es notorio como existe un acervo común a muchas culturas. Por ejemplo, el número tres. En todas las culturas, en todas sus formas y expresiones se dieron cuenta de la importancia de dicho número. El uno es la unidad; el dos, la dualidad, los opuestos, el arriba y el abajo. Pero el tres… Es la suma del uno y del dos, de la unidad y de la dualidad. El tres corresponde a la primera figura geométrica que podemos formar. En toda novela y en toda vida existe el número tres: inicio-introito, nudo y desenlace; naces, creces y mueres. Por eso en la mitología griega existían tres hilanderas, las Moiras, que manejaban un hilo dorado que era la vida de cualquier mortal. Cloto hilaba las hebras de una vida; Láquesis medía con su vara su longitud y, finalmente, era Átropos la que cortaba el hilo de dicha vida. De la misma manera, así lo explicaron los latinos con sus Parcas: Nona, Decima y Morta. Y, como el acervo común se extiende a distintas culturas, para los nórdicos estaban las Nornas: Urd, Verdandi y Skuld.
¿Pero cuándo va a hablar este hombre del disco, os preguntareis? Pues ya mismo, hablando de Wyrd, que es un término anglosajón asimilable al sino personal, al destino. Etimológicamente parece ser que tiene sus raíces, precisamente, en la primera de las Nornas, Urd. ¿Veis? Si es que está todo hilado. Tirando de esas hebras, llegamos hasta “The legacy of Wyrd”, el quinto album de STEIGNYR (si hubiese sido el tercero, me habría quedado el introito perfecto). “Prologue” nos da la bienvenida con un largo recitativo, mistérico y evocador. Entonces entra “Mendo” y empezamos el viaje, ese periplo imaginario que uno acervos comunes entre la zona vikinga, las islas celtas y la antigua Barcino (¡actual Barcelona, despistao!). El perfecto equilibrio entre las feéricas voces de Kathonya, la rasposa voz de berserker de Jön Thörgrimr, el acelerado metal y la épica atmósfera celta. ¿Para qué quieres más? Pues para seguir disfrutando de “The coming of Aland” dónde las dos voces se entrelazan en el juego de la vida y de la muerte, de la luz y la oscuridad ¿quién vencerá?
“The legagy of Wyrd”, el tema homónimo, tiene ese aire medieval, evocador de viejos castillos, verdes praderas, frondosos bosques, hadas, elfos, dramáticas y esperanzadoras historias que contaban los abuelos de nuestros abuelos al calor del hogar. “The Rising of Death” vuelve a la cabalgada en plan Oskoreia. ¿Qué no sabéis lo que es Oskoreia? Pues otra de las cosas comunes al acervo de distintas culturas: una cacería salvaje, un grupo fantasmal de seres sobrenaturales que cabalgaban por los cielos o sobre la tierra (era una manera de explicar las tormentas). “Edevane” se desgrana con una elegancia abrumadora a medio tiempo y enlaza con el sentimiento más Power Metal de “Travelers”. “Immortal family” sirve de puente para otro espectacular tema: “Rhythm of Time”, vuelven al Oskoreia, vuelven a los adornos celtas, al Death rasposo y acelerado, a la etérea voz que ofrece el contrapunto perfecto; todo ello llevado por una epicidad absoluta. “The Well of Ice” abandona momentáneamente esas atmosferas para llevarnos a otra excelente “The Giant Pilar of Rock”, corta, contundente, pasa como una exhalación para enganchar con las danzarinas líneas de “Everything Silent”, donde el ataque guitarrero armado a dos bandas deja espacio para los arreglos de cuerda de los fiddles. Y si quieres ver el nivel instrumental al que trabajan los STEIGNYR, nos regalan con una perfecta “Aftermath”: épica, deathmetalera, folklórica y céltica. Un excelente colofón a un trabajo intachable. Pero no se vayan todavía, amigos, que aún hay más. Como no podía ser de otra manera, como nacemos, vivimos y morimos, como hay una intro, un desarrollo, hay un “Epilogue”, otro recitativo a cargo de Sir Ian McKellen (Gandalf el Gris en la Trilogía de “El Señor de los Anillos”). Toma lujazo. Como aquellas colaboraciones de Christopher Lee con RHAPSODY OF FIRE o MANOWAR, pues aquí contamos con McKellen.
STEIGNYR nos ofrece un viaje, una cacería salvaje, un Oskoreia, por una serie de acervos comunes a diversas culturas. El amor por la naturaleza, el hecho de que todo tiene un inicio, un nudo y un desenlace. El hecho de que no hace falta haber nacido en Irlanda o en Noruega para tirar de influencias de la música folklórica; una banda sólida que nos ofrece un trabajo excepcional, que si te lo firma cualquiera de los grandes nombres extranjeros lo aceptas como mana caído del cielo. En este caso, nos hacen abandonar nuestro provincianismo y complejo de inferioridad, y sacar pecho. Aquí también se hace buena música, muy buena música y en cuanto al acervo… ¡Uno no es de dónde nace, si no de donde pace!
Puntuación
Nota - 9.5
9.5
Nota
STEIGNYR nos ofrece un viaje, una cacería salvaje, un Oskoreia, por una serie de acervos comunes a diversas culturas. El amor por la naturaleza, el hecho de que todo tiene un inicio, un nudo y un desenlace. El hecho de que no hace falta haber nacido en Irlanda o en Noruega para tirar de influencias de la música folklórica; una banda sólida que nos ofrece un trabajo excepcional, que si te lo firma cualquiera de los grandes nombres extranjeros lo aceptas como mana caído del cielo.