Por: Daniel Ureña Cruz
Escasa originalidad y variedad compositiva, con la redundancia como pilar base. Esto es lo que primeramente nos viene a la cabeza cuando escuchamos el último trabajo de los franceses DWAIL, “The Human Concern”. Y es que parece que con los de Toulouse hemos retrocedido unos diez años, volviendo a esa escena donde el groove y el nü-metal todavía gozaban de buena salud y llevaban gran parte de las riendas sonoras de moda. Pero eso, como todo, pasó. Escuchar este álbum es acercarse a PANTERA, a LIMP BIZKIT, a todas esas bandas de metal con un sonido sureño y a la escena hardcore-punk de nuevo corte bajo un mismo paraguas. Y el problema no radica precisamente en que unos estilos ya sumamente desgastados sigan inspirando nuevos trabajos, no (de hecho suena hasta atractivo), sino que la variedad de ritmos es ciertamente escasa en este largo, un plástico hoy ya recomendado casi en exclusiva a seguidores de la escena metalcore y metal moderno, puesto que en otros campos puede resultar monótono e incluso aburrido. De hecho, se hace sumamente difícil mantener la atención más de 30 segundos por tema (y doce son los que componen el álbum) si no fuera por la batería de Léa Constantino, cuyo golpeo camufla toda intervención del resto de sus compañeros.
Difícil lo tiene este trabajo para hacerse notar entre la gran cantidad de producción musical que hemos encontrado este año, como difícil lo tiene para poder retener la atención de un oyente. Cuando no se inventa nada nuevo pero lo existente es además tedioso y largo para el oído, la predisposición a enfrentarse ante un trabajo así es prácticamente nula. Pero lo que es cierto es que se ha puesto empeño en grabar un álbum sólido, o al menos esa sensación también queda patente al mismo nivel que aquella en la que tras mirar el número de corte nos damos cuenta que ha corrido medio álbum sin apenas enterarnos, pues todos sus temas tienen una esencia no similar, sino idéntica, siendo el principal hándicap de un trabajo que a buen seguro tendrá mayor importancia y fuerza en directo que en estudio.
