[CRITICAS] WE CAME AS ROMANS (USA) «We came as romans» CD 2015 (Spinefarm Records)
Autor: Titus Ferrer Bellés
Igual titular este texto “crónica de una muerte anunciada” es algo excesivo, ya que no estamos hablando tampoco de lo último de MEMPHIS MAY FIRE, pero por desgracia parece que a WE CAME AS ROMANS les va llegando ese momento por el que parece que todos los grupos de metalcore que hacen un poco de nombre hoy en día debe llevarles. Yo quiero creer que reaccionarán a tiempo, pero cierto es que la cosa no pinta especialmente alentadora.
Ojo, es no es un texto sobre como WE CAME AS ROMANS son el enésimo grupo en ablandar su sonido, pues no radica ahí el asunto. No es eso lo que entristece a los que disfrutábamos de su sonido fresco dentro de un panorama demasiado clónico. Por qué es cierto que, pese a ser más duro en sus anteriores álbumes, su sonido nunca ha sido exageradamente extremo. Siempre han formado parte del panorama mainstream, pero si sobresalieron es por algo. Por qué fueron capaces de crear un sonido propio dentro de la globalización del género.
Su a anterior “Tracing back roots” se amoldaba más a los cánones, sobretodo estructurales, del metalcore de masas. Sin embargo seguía desprendiendo una atmosfera muy suya. Si había una palabra que describía el álbum era: equilibrio.
El problema de este self-titled (Están de moda este año, ¿no?) es que la balanza ya parece haberse decantado más hacia el lado de Equal visions records que hacia el de los propios WE CAME AS ROMANS. Y todos sabemos que cuando eso ocurre, es que algo falla.
No nos llevemos tampoco las manos a la cabeza. No estamos ante un mal disco. Pero si lo estamos ante un disco que podría haber sido más de lo que es. Y eso se deja ver. Y como ejemplo de esto me basta el hecho de que los tres medios tempos de la primera mitad del disco, que son: “Who will pray?”, “The world I used to know” y “Memories” suenen prácticamente iguales. Agradables al oído, pero demasiado parecidas en estructura. Y Si algo aborrecían WE CAME AS ROMANS en sus primeros trabajos eran las estructuras comunes.
Por suerte este agrado por romper con la monotonía sigue asomando algo de cabeza en los temas más potentes del álbum. Temas en los que la banda se ha permitido a sí misma un pequeño acercamiento, casi más como guiño que en forma de composición, a un tono cercano al Nu metal. Un acercamiento cariñoso al género con el que, imagino, crecerían y en un momento en el que, por que no decirlo, estos comebacks están muy de moda.
Así pues, para un servidor, “Tear it down”, “Savior of the week” y “Flatline” se alzan como las favoritas del disco, por el mero hecho de ser los tres temas que contienen algo del concepto de evolución del sonido del grupo. Por qué evolucionar es experimentar, innovar y autoimponerse retos. Nunca me ha valido la excusa de que los grupos deben evolucionar a la hora de generalizar un sonido.
Y es que pese a que soy más aficionado a su sonido más duro, (lo cual tiene una razón de ser mas allá de ser aficionado a lo extremo o no, y da le que os hablo más abajo), la canción más pesada del álbum. El tema con el que abren: “Regenerate” y el cual han decidido lanzar como single para que sus seguidores del bando más duro no se asusten, no deja de ser una sucesión de breakdowns, que harán las delicias de los asistentes a los conciertos, pero que a mi parecer les funcionó mucho mejor en su homónima “Tracing back roots”, que también abría el álbum de mismo nombre.
Posiblemente porque ese tema aprovechaba mucho mejor las cualidades vocales de Dave Stevens. Y de esto es de lo que hablaba antes. Stevens siempre me ha parecido uno de los mejores screamers del panorama metalcore actual. Él mejor si hablamos del mainstream. Ha conseguido evolucionar (evolucionar esta vez sí que es la palabra) su sonido hasta el punto de aprender a cantar en voz clara, no solo para compensar las carencias de su compañero Kyle Pavone, sino hasta el punto de habérsele dedicado un tema melódico (“A moment”) exclusivamente a él en el anterior álbum. ¡Y encima era de lo mejor de todo el disco! Sin duda Stevens es el que más ha marcado el cambio en la continuidad de WE CAME AS ROMANS, entonces ¿Cómo puede parecer una buena idea desbancarle cada vez más?
Y más teniendo en cuenta la obvia y más que debatida carencia de Kyle a la hora de alcanzar tonos mínimamente altos. Lo cual se vio reflejado en la composición de “Tracing back roots”, en el que todos los tramos melódicos estaban ideados de manera más llana. Operación de la cual me parece, por cierto muy remarcable que saliesen airosos. Al igual que ocurre en este último self-titled.
Al final, nos quedamos con un álbum agradable de escuchar. Pegadizo y que sin duda repetiremos. Pero también un álbum de consumo demasiado rápido. Que posiblemente no sobrevivirá a un exceso de repeticiones. Y eso se debe a que más allá de hacerse repetitivo en el panorama actual, el disco se repite demasiado en sí mismo.
Esperemos que en un futuro sus inquietudes musicales puedan con las ganas de crecer demasiado deprisa. Están ya en un punto suficientemente alto como para mantenerse con una dignidad que ellos mismos se han ganado. Si debo alegrarme de algo es de que la esperanza no esté perdida.