CRYSTAL LAKE (JPN) «Helix» CD 2019 (Sharptone records)
Por Cesar Luis Morales
Desde los años 80’s, un nuevo slasher nos ha venido acompañando con periódicas entregas de calidad cuestionable, pero siempre resucitando para ofrecernos una nueva entrega de la franquicia de “Viernes 13”. Hasta donde sé, existen doce películas oficiales y un crossover con otro de nuestros monstruos favoritos, Freddie Kruger. El asesino es Jason Voorhees, la montaña humana con mascara de hockey y que blande un enorme machete, el que a lo largo de las últimas décadas nos ha amedrentado (cada vez menos, sinceramente).
Lo que la histórica apócrifa nos cuenta de Jason Voorhees es que siendo niño fue acosado por otros debido a su hidrocefalia y, huyendo de ellos, cayó al lago de un campamento de verano donde su madre trabajaba como camarera, muriendo ahogado ya que no sabía nadar. El campamento, como ya habréis podido suponer, es el CRYSTAL LAKE. ¡Colorea y aprende con Teo!
Y como digo, durante casi treinta años, nos lo hemos pasado teta viendo las evoluciones de Jason en pantalla. Porque, no nos engañemos, vamos al cine a ver ese tipo de películas porque nos gusta pasar miedo. Pagamos por ello: pasamos miedo y nos lo pasamos teta. Como teta te lo vas a pasar escuchando el nuevo disco de los nipones CRYSTAL LAKE.
“Helix” es el quinto álbum de la banda japonesa y lo que encontramos es lo que esperábamos: Metalcore de núcleo duro y electrificado hasta la médula. Después de una ominosa intro homónima (I am the one above all / Every living thing will spiral into dust) con un toque muy industrial, la banda entra a saco con “Aeon” como un desafio a la velocidad máxima a la que puede tocar un músico: los dos guitarras (Yudai Miyamoto y Shinya Hori) se despachan a gusto sobre la inhumana batería de Gaku Taura. Cuando tus neuronas se están recolocando dentro de tu cabeza, atacan con “Agony”, gritona y melódica a la vez, con una pista de electrónica de fondo que le da un toque realmente interesante, pero, ojo, no te olvides que esto es Metalcore. El interludio harmonioso hacia la segunda mitad del tema es la pausa que te dejan los nipones para que puedas hacer lo que la voz de Ryo Kinoshita te recomienda: Breathing in and out.
“+81” es una prueba de lo que son CRYSTAL LAKE: agresivos, melódicos, con unos estribillos de aupa, coros perfectamente empacados… De hecho, en las últimas fechas que han dado por estos lares (Resurrection Fest incluido) han sido una de las bandas más votadas como con el mejor directo, el más potente, el más vitamínico… ¡Por algo será! Cuando todavía estás intentando recomponerte las vértebras del cuello tras el Headbanging de la anterior canción, siguen con “Lost in Forever” y esto ya no hay quien lo pare (por lo menos, en su segunda mitad, bajan de revoluciones, sin perder intensidad). Momentazo es el inicio de “Outgrow” y ver cómo va evolucionando con unas armonías vocales que podrían recordarte a LINKIN PARK, hace que se te pongan las orejas enhiestas, aunque luego compruebes que siguen siendo CRYSTAL LAKE en una vertiente más melódica. “Ritual”, al igual que “Helix”, es un pequeño puente que nos lleva a “Hail to the Fire”, probablemente el tema que más incite a un circle-pit que has escuchado en los últimos años.
“Devilcry” nos enruta hacia la parte final del álbum con las mismas vibraciones Metalcore. “Just confusing” es quizá el tema más experimental del disco, con multitud de pistas pregrabadas y loops, pero que CRYSTAL LAKE consiguen resolver con bastante acierto. “Apollo” es otro de los temas largos del disco (suelen tener una media de tres minutos y medio) con sus cinco minutos lo que les permite explayarse en unos riffs y unos vocales más sostenidos, porque esto se acaba y como ellos mismos dicen en el tema: We’re falling down to nowhere. Cierran con “Sanctuary” y entonces es cuando le das al Play para comenzar con “Helix” de nuevo.
La serie de “Viernes 13” se mantuvo a lo largo de muchas entregas, trayéndonos periódicamente al asesino del Camping de CRYSTAL LAKE. Y la verdad es que descubrir este “Helix” ha sido como ver esas pelis, pasármelo teta. De hecho, este año no he podido ir al Resu, pero escuchar este disco ha hecho que me arrepienta de haber tenido la oportunidad de ver a los CRYSTAL LAKE allí y no haber podido. Otra vez será. Mientras tanto, escuchemos “Helix” en bucle.
Nota - 9
9
Nota
“Helix” es el quinto álbum de la banda japonesa y lo que encontramos es lo que esperábamos: Metalcore de núcleo duro y electrificado hasta la médula.