GOTTHARD (SWI) “Silver” CD 2017 (PIAS Records)
Por David Ibáñez Ortuño
La veterana banda de Hard Rock, GOTTHARD, lanza su doceavo disco de estudio en 25 años de carrera, “Silver”, una celebración de sus “bodas de plata”.
A pesar de poseer una longeva carrera y una fama mundial considerable, he de reconocer que es el primer disco que escucho de estos suizos, y es que sus años dorados me encontraba explorando otros sonidos más agresivos y simplemente me pillaron a contramano, sin embargo tenía ganas de hincarle el diente a GOTTHARD.
Con este dudoso honor que atesoro, me enfrento a “Silver” con un enfoque diferente, sin complejos y sin el lastre que puedan suponer sus éxitos de antaño, pues no soy capaz de recordar ninguna canción de ellos.
De primeras, al escuchar el comienzo de “Silver River”, se aprecia que practican un Hard Rock de corte clásico, al más puro estilo WHITESNAKE, incluso la voz de Leo Leoni, recuerda bastante a la del gran David Coverdale. Estamos ante un gran tema de rock, con guitarras por doquier y el Hammond poniendo la puntilla clásica. Con un estribillo que es un auténtico “gusano de oreja” que no dejará de resonar en tu cerebro después de escucharlo. Una auténtica sorpresa encontrarse este tipo de música en los tiempos que corren.
El segundo tema no le va a la zaga, “Electrifried” es un clásico instantáneo. Noto una falta de volumen de las guitarras que quedan demasiado diluidas en la mezcla, seguramente con el fin de sonar más comerciales. A pesar de esto suenan a clásico, a la época dorada del Hard Rock y el AOR. Grandioso tema que debe de ser un trallazo en directo.
“Stay With Me”, no está cantada por Coverdale, sigue siendo Leo Leoni. Se trata del tema de presentación del disco, un medio tiempo bastante agradable pero demasiado comercial. Aun así es un tema intenso y muy bien estructurado.
Seguimos con los medios tiempos, “Beautiful”. Es un tema que hace honor a su nombre, es un tema bonito, edulcorado y comercial al máximo. Una canción que podrían cantar uno de esos grupos de adolescentes mal peinados y con cara de malotes que tanto abundan, pero que no nombraré en este fantástico medio. También suenan a los DEF LEPPARD de “X”, es decir, algodón de azúcar. De cualquier forma, tiene el toque GOTTHARD, que te hace escucharla hasta el final, no sin antes mirar el mp3 varias veces, a ver si no se te ha colado un disco de tu hermano menor.
Con “Everything Inside”, volvemos al rock y al Hammond, buen tema para reconectar con el CD.
“Reason For This” vuelve a jugar con el modelo de medio tiempo comercial tan del gusto de este grupo actualmente. Para mi gusto, un tema plano y de relleno que no levanta el más mínimo interés.
“Not Fooling Anyone” es una balada interesante y diferente, pero demasiado lineal y repetitiva, algo que hace perder el interés poco a poco. Por suerte es corta.
Ya queda poco del entusiasmo inicial por el álbum, motivado por los dos primeros temas.
La siguiente canción no es una versión del “Stand by me” de BEN E KING a pesar del parecido del fraseo, es una canción llamada “Miss Me”, una canción que a mi parecer sobra totalmente en el disco. Cansina y repetitiva, lo único que sugiere es pasar a la siguiente.
“Tequila Symphony No.5” pretende despertarnos del mal sueño con un refrito roquero, en forma de riff, de una parte de la famosa sinfonía de Beethoven a la que añaden un sonido como de sintetizador totalmente deplorable. Si a esto añadimos un estribillo de esos que utilizan los jovenzuelos para voltear vasos sobre una mesa mientras dan palmadas, el resultado es desastroso. De lo peor que he escuchado últimamente. Después de escuchar esto he tenido que rescatar el mítico tema “Breakthoven” de BARÓN ROJO, esos sí que lo hicieron bien.
“Why” es claramente un tema de relleno pero que mejora lo escuchado anteriormente.
“Only Love Is Real” es una balada que pretende ser épica pero que se queda a medio camino y no logra convencer. Muy comercial y previsible.
“My Oh My”, nos devuelve al grupo de las primeras canciones y de paso la esperanza de poder disfrutar de los buenos temas que son capaces de componer.
Y por último “Blame On Me” lo confirma y nos encontramos con uno de los mejores cortes del disco, muy en la onda de GUN, con unas guitarras muy roqueras y un deje sureño que realmente engancha.
Después de escuchar el disco repetidas veces y dejarlo reposar el tiempo necesario, mejora un poco, aun así la parte central es muy mejorable. Y mucho más después de escuchar los discos clásicos del grupo, donde no hacían prisioneros ni dejaban títere con cabeza. Y es que GOTTHARD es una banda que me arrepiento no haber conocido antes en sus años de gloria. Bien es cierto que la tragedia se cebó con ellos con la muerte del anterior cantante, pero desgracias aparte, con la formación actual creo que pueden hacer mejores cosas que lo presentado en este disco. Algo que hace que verlos en directo sea mejor opción, pues con esta formación y los temas clásicos que tienen debe ser todo un espectáculo.
En resumen, se trata de un disco excesivamente irregular, con canciones brillantes y otras totalmente olvidables, demasiado centrado en la comercialidad.