Los ingleses MY DYING BRIDE regresan con nuevo material este marzo de 2020. Sin duda, es increíble que “The Ghost of Orion” haya logrado ver la luz debido a las dificultades por las que ha pasado la banda, tanto a nivel personal como profesional. Por una parte, la hija pequeña de Aaron Stainthorpe ha estado durante dos años bajo el tratamiento de un cáncer. Cualquier persona que haya tenido a un ser querido con esta patología sabe el desgaste emocional y lo duro que es el proceso. Este hecho no solo marcó al propio Aaron y a su familia, sino también a MY DYING BRIDE. Por otro lado, la banda sufrió una remodelación en cuanto a integrantes: Calvin Robertshaw y Shaun Taylor-Steels abandonan la formación. Con lo que, actualmente y para “The Ghost of Orion” la formación se compone de Andrew Craighan con las guitarras; Aaron Stainthorpe a la voz; Lena Abé al bajo; Shaun Macgowan con teclado y violín y, la incorporación, Jeff Singer a la batería. Además, como artistas invitados contamos con Jo Quail con el violonchelo y Lindy Fay Hella, de WARDRUNA. “The Ghost of Orion” tiene una duración de casi una hora con un total de ocho pistas.
Me llena de pena escribir esta reseña, pero “The Ghost of Orion” es un álbum que está a medio cocer. De MY DYING BRIDE no puedo sino ser bastante exigente al ser una banda con semejante reputación que me ha acompañado durante muchos años de mi vida. Es verdad que contamos con temas muy buenos como “Your Broken Shore” y “To Outlive the Gods”, con un corte muy clásico, en el que nos mece el violín y la voz melancólica de Aaron. Las riffs añaden fondo y una atmósfera muy solemne y muy MY DYING BRIDE. Pero, sin embargo, no hay ningún riff ni ninguna melodía que sea memorable o se nos clave en el corazón, como me sucede siempre con estos ingleses. “Tired of Tears” es un tema con una letra simplemente PRECIOSA y muy triste en la que podemos empatizar con la situación familiar del vocalista, pero ese sentimiento no se ve transmitido en la música. Esa aflicción y ese sentimiento al que nos tienen acostumbrados, sencillamente, no se ven reflejados. No es musicalmente emocionante a pesar de que la letra es devastadora y personal. A continuación, viene uno de los tres pasajes, bastante innecesarios a mi parecer, que meten en el disco. Por lo menos en este primero, “The Solace” cuentan con la colaboración de Lindy y se convierte en una pista interesante pero que no sigue el hilo conductor del trabajo. Prosiguen con “The Long Black Land”, corte que merece mucho la pena porque salen a relucir esas raíces del doom. Los guturales nos desgarran por dentro mientras la batería dicta sentencia. Es entonces cuando el violín nos rescata y se ofrece como un vaso de agua fría en mitad del desierto. “The Ghost of Orion” es otro pasaje que continua con “The Old Earth”, un tema un poco repetitivo que llega a caer un poco en la monotonía. Sin embargo, es el corte con la línea de bajo más bonita. “Your Woven Shore” recoge y cierra el álbum.
“The Ghost of Orion” no es un mal disco, aunque no es ni mucho menos el mejor trabajo de MY DYING BRIDE. Los ingleses nos regalan temazos clásicos, pero no logran ser consistentes a lo largo de la escucha y los desniveles son fácilmente apreciables. Posiblemente este álbum sea la pausa en el camino que necesitan para volver a tomar impulso y despegar de nuevo.
Puntuación
Nota - 7
7
Nota
“The Ghost of Orion” no es un mal disco, aunque no es ni mucho menos el mejor trabajo de MY DYING BRIDE. Los ingleses nos regalan temazos clásicos, pero no logran ser consistentes a lo largo de la escucha y los desniveles son fácilmente apreciables.