TOTENGOTT (ESP) «The Abyss» CD 2019 (Xtreem Music)
Por Cesar Luis Morales
Allá por el siglo XVII, el poeta John Milton se inventó una palabra que vino de perlas a un montón de músicos. En contraposición al concepto de Panteón (del latín, derivado del griego, pan (“todos”) y theón (“dioses”), el conjunto de todos los dioses de una mitología politeísta), Milton nos legó el concepto de Pandemonium, como la imaginaria capital de los Infiernos, lugar de reunión de todos los demonios. ¡Colorea y aprende con Teo!
CELTIC FROST alcanzaron la inmortalidad en noviembre de 1987 cuando publicaron su tercer álbum, titulado (¿a qué no lo adivináis?) “Into the Pandemonium”, uno de los álbumes más complejos y más innovadores de todos los tiempos. Como nadie tiene cojones a definirlo de alguna manera, se le denomina avant-garde metal. Cualquier cosa que se diga de los suizos se queda corta. Es una de esas bandas incomprendidas, en ocasiones vituperada, pero clave para entender la evolución del Metal en los últimos años.
Cuando TOTENGOTT me golpearon por primera vez con “The Abyss” abriendo con “Ceremony I, Sic Transit Gloria Mundi”, mi mente se regocijó al descubrir un sonido oscuro, denso y rico en matices como el de los CELTIC FROST, sobre todo en su última etapa, la del “Monotheist” o lo que hizo posteriormente Thomas G. Warrior con TRIPTYKON. Raro, muy raro es descubrir en los tiempos que corren una banda con este calibre. Pero TOTENGOTT son una rara avis, que se presentan como en su momento lo hicieran CELTIC FROST, con un power-trio de músicos experimentados, Chou Saavedra a la guitarra y la voz, Nacho Void al bajo y José Mora a la bateria. Y no hace falta más. Este “The Abyss” es su segundo trabajo, publicado en abril de este año, y sorprende, y lo hace de modo grato si echas de menos los sonidos oscuros, densos de las bandas que he mencionado antes. ¡Y vaya si echamos de menos a los HELLHAMMER, a los CELTIC o a los TRIPTYKON!
Un álbum que abre con “Ceremony I: Sic Transit Gloria Mundi”, pasaje acústico, acompañado por unos breves arreglos de tambores y platos, para entrar en esos riffs sabáticos, abiertos, magníficos y grandilocuentes. Arreglos minimalistas, coros casi catedralicios; así, así pasa la gloria del mundo. Pasada la introducción al mundo de TOTENGOTT, continúan con “Ceremony II: The Way of Sin” y dejamos los ambientes más Doom del tema anterior para meternos en otros derroteros más Death, pero igualmente potentes, con un pulso y una precisión increíbles, así como pasión y musicalidad. Recordemos que tan solo son tres músicos moviendo ese muro de sonido, pero qué dinamismo, que banda. Sí, sé que echabas de menos aquella música que venía de Suiza y te hacía flipar. Pues nada, no te preocupes, aquí está de vuelta y más viva que nunca. Pero, espera, no cierres tu boca y recompongas tu mandíbula todavía, porque TOTENGOTT tienen dos sorpresas más para ti. “The Spell” abre con una pulsación atonal, para dar paso a un traqueteo Doom, una canción que es como un gigante caminando, te hace rechinar los dientes, para parar abruptamente y volver a arrancarse con artillería de dobles bombos. Trece minutos de magisterio Doom.
Pero para cerrar, tenemos “Doppelganger II: The Abyss”, y si lo anterior te había parecido bueno, aquí la cosa se pone realmente seria. Sonidos atonales, una intro mistérica, la excelencia y la grandilocuencia hecha potentes riffs, un ritmo majestuoso, un “Rex Irae” actualizado, sin las vocales femeninas, pero con acompañamientos orquestales que le dan una luz alucinante al tema. Veintitantos minutos para cerrar un disco ahora ya imprescindible y la canción no hace sino crecer, cada vez más arriba, o más abajo, según se mire, hacia el abismo.
TOTENGOTT se acaban de convertir por derecho propio, no en una promesa, sino en una realidad del Metal más oscuro, y prueba de ello es este “The Abyss”. Y es su segundo álbum. Si CELTIC FROST se coronaron en el Olimpo con su tercer disco, ¿Qué nos deparará el próximo lanzamiento de TOTENGOTT?
Nota - 10
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Nota
TOTENGOTT se acaban de convertir por derecho propio, no en una promesa, sino en una realidad del Metal más oscuro, y prueba de ello es este “The Abyss”.