TWELVE NOON (USA) «Saints & sinners» CD 2017 (Eclipse Records)

Por Álvaro Castilla Medina

Hoy en NECROMANCE  os traemos una banda estadounidense que va a arrasar con su nuevo trabajo. Ellos son TWELVE NOON y están presentando de manera internacional su “Saints and Sinners” trabajo con el que pretenden llegar a grandes festivales del metal.

La banda de hard rock/metal de Pensilvania está formada por Michael Loew como fronline y a la voz, Rob Heil a la guitarra solista, Justin Runkel a la batería, John Devlin a la guitarra rítmica y Tim Clark al bajo. Este grupo de currantes junto a Eclipse Records nos presenta este trabajo cargado de fuerza y ténica.

El álbum comienza con “Change my ways” un tema que define realmente lo que va a ser todo el disco. Pura energía, dureza y sobre todo unos graves en la guitarra que nos dejaran sordo!! Los riffs de este primer tema ya suenan atronadores y sobre todo lo más curioso es la voz que oscila entre la típica americana y los grupos de metal nórdicos.

Comenzamos con los primeros limpios y líneas de bajo muy técnicas a partir del segundo tema, y lo encontramos en “Breaking down “y  “Hope in tragedy”. Estos temas nos recuerdan a grupos como AVENGED SEVENFOLD o los españoles ANKOR.

“Saints and sinner” es el tema que le da nombre al álbum y que nos sorprende de sobremanera. Con tan solo escuchar el riff de guitarra, pesado, que llega a beber desde el hard rock hasta el más puro stonner.  En general la línea de la canción es muy contundente y potente, con un sonido americano en toda regla. El solo de guitarra en el 2:20 nos recuerda muchísimo a TREMONTI, se nota que tienen influencias claras del norteamericano.

Por ahora el disco está siendo muy metalero, pero es cierto que a partir del quinto tema, retoma un poco la escena del hard rock, y nos lo presenta en temas como “Better side” o “Back for more” .  Menudos riffs que nos recuerdan a THEORY OF A DEADMAN, de lo las hardrockero posible que hay en la escena.

“Carry on” es la balada (si me dejan ustedes citarla así) del disco. Tiene un rollo country que no es ni normal, lo que la hace muy especial. La verdad es que la banda , según avanza el disco nos sorprenda cada vez más por la amplitud de estilos que acogen dentro de su hard rock y metal.

¿Queríamos metal? Lo tenemos en “No way out” y “Bottom of a bottle”. Dos temas que comienzan de una manera muy tranquila pero que poco a poco van cogiendo fuerza y acaban siendo dos espadas bien afiladas y cortantes, en cuanto a metal se refiere. Menuda presencia de la batería y las líneas de bajo a lo largo de los temas, cuánta calidad en este trabajo.

Para finalizar, la banda cierra con el tema “The end”. Con una entrada algo tétrica, las guitarras entran a romper y destrozan nuestros oídos con poderosos riffs. La verdad es que este último tema nos recuerda mucho a los antiguos BULLET FOR MY VALENTINE sobre todo por la voz de Michael, que es brutal.

No se puede decir mucho más de esta banda. Técnicamente rindiendo a un nivel muy alto, con grandes partes rítmicas y solos de guitarra y a la vez muy melodiosa, lo que hace que el disco sea muy ameno pero a la vez que potente.