XAON (SWI) «The Drift» CD 2017 (Sliptrick Records)
Por Alberto Zamora
Últimamente, a la hora de escoger reseñas o en la simple y ociosa lectura, me encuentro con la etiqueta de Dark Metal, lo que me lleva a plantear la siguiente pregunta: ¿qué cojones es el dark metal? Si me preguntáis a mí, me vendrían a la cabeza grupos de gótico o similares, o incluso algo rollo doom. Pues bueno; luego uno se planta “The Drift” de XAON y llega a la conclusión de que las etiquetas son cada vez más inútiles (que estas palabras vengan de un crítico es lo más cercano a un oxímoron que vais a encontrar en vuestra vida).
El álbum de los suizos es una amalgama de todo lo que se les pone por delante, aunque casi siempre con saborcillo europeo. Intentado resumir la fórmula del combo, gustan de teclados y programaciones entre sinfónicas y oscuras, guitarras contundentes que se acercan al death o al metalcore y estribillos melódicos en los que dejan salir su afición por las tonadillas power metal. El típico grupo Nuclear Blast vaya…aunque en otra discográfica.
Si andáis algo mareados, tranquilos, que simplifico la historia: “The Dritf” es un disco de death metal melódico moderno, que no renuncia a enriquecer la propuesta con detalles sonoros de aquí o allá, ya sean teclados a lo DIMMU BORGIR o estribillos a lo DRAGONFORCE. Si os mola DISMEMBER huid como terminal de la parca, pero si os chanan las sonoridades más modernas fijo que los encontráis entretenidos.
Desafortunadamente me ha costado mucho entrar en el disco y los temas me han terminado aburriendo, al no encontrar ningún auténtico temazo que sobresalga por encima del resto… si acaso la zapatilla que meten en “Zarathustra”, que contrasta de lujo con los violines finales del tema, siendo enriquecido además con un estribillo que recuerda levemente a ANATHEMA. Y aquí radica el otro problema que encuentro en el disco: los estribillos melódicos entran forzados, no siendo fluidos en el contraste con la brutalidad.
El comienzo a lo IN FLAMES de “The Wounded Gods” y la mayor carga épica de sus guitarras iniciales y de su estribillo cierran el álbum de forma digna, pero es una lástima que el resto de temas pequen de similares y el grupo carezca de auténtica capacidad para sobresalir o distinguirse de combos que se mueven en las mismas coordenadas. Son unos músicos del copón, eso sí.