BAIT (DEU) «Revelation of the Pure»
Les Acteurs de L'Ombre Productions, 2020
Hay un momento en la película de “Tiburón” realmente brutal y es cuando, renegando del patrón del barco, el jefe de policía Martin Brody está echando cebo por la borda del barco sin mirar al agua. Cuando se quiere dar cuenta aparece la cabeza del gran blanco y el susto (tanto el suyo como el de los espectadores) es de los que se quedan grabados. ¡Colorea y aprende con Teo!
Lo que el jefe de policía estaba echando por la borda eran cabezas y tripas de pescado, sangre, y sabe dios qué más. Se calcula que los tiburones tienen un olfato prodigioso y pueden oler una gota de sangre a casi un kilómetro de distancia. Tampoco hay que ser un genio para olerte que una banda como estos germanos, BAIT, van a dar que hablar ¡y bastante! Son como ese puto tiburón del que hemos hablado y son dentelladas de pura violencia sónica. “Revelation of the Pure” es su primer ataque, después de un par de EP’s del año pasado y solo con la primera hostia en forma de canción, llamada “Nothing is sacred” ya te ponen la cabeza del revés. El ataque tiene unos ramalazos de Black Metal sobre todo en cuanto a determinadas embestidas de guitarras. Pero cuando te quieres dar cuenta, descubres que toda esa agresión que te está apabullando es de un HardCore encabronado, saturado y matador, justo en el límite de la otorragia.
“Leviathan III” sigue por esa misma línea, pero descubro ilusionado que está bien mezclado. La caja es velocidad blackmetalera pero en contraste, la campana del ride suena en los contratiempos perfectamente. Luego ralentizan el tema para pulsar una serie de melodías discordantes, aunque saben llevar el tema de manera magistral, magistralmente abrumadora. Madre mía, BAIT es una banda que te hace adorar la ultra-violencia. “Into Misery”, por el contrario, comienza con esas vibraciones más Doom, más agobiantes y lentas, con esa tensión premonitoria que te encoje el estómago. Nuevo descubrimiento: compruebo asombrado que, a pesar de todo, son capaces de armar un tema equilibrado, agresivo y melódico a la vez, y Post, y HardCore y Black, todo a la vez. “Lightbringer” abre con destreza percusiva para dar paso a otra excelente combinación de estilos, la voz en cuello, la densidad de la interpretación… y no hago más que preguntarme cómo pueden combinar tan bien la pegada y el groove del HC con la agresión del Black.
Y “Ruin” tiene esos interludios tan Post para devenir en una agonía sónica no exenta de sombría belleza. No sé qué tienen estos germanos pero todo lo que escucho me atrae como cantos de sirena. Bueno, sí, sí sé lo que tienen: un sonido fresco, vicioso, destreza compositiva y competencia musical, ideas y talento a raudales. Porque “Odium” comienza como un Post-Black para estallar en un orgiástico desparrame de HardCore, casi Noise, y justo, justo en ese momento en el que podría convertirse en un desagradable acople de guitarras, abren una nueva vía y desarrollan el tema por otros derroteros, como pasa con el siguiente, el homónimo “Revelation of the Pure”. “Forlorn souls” me resulta tediosa en su primera parte, la Black, pero cuando llega al segundo interludio y sale realmente la destreza de los BAIT es gloriosa. Al igual que “Eternal Sheep”: una serie de acordes engarzados, unos riffs melódicos, oscuros y viciosos, pero a la vez tan metálicos y filosos, unos BEHEMOTH de jam session con los CONVERGE.
El jefe Brody tiraba aquellas tripas y sangre de pescado para atraer a una presa más grande. Y estos BAIT no, no son el cebo, ni siquiera el tiburón que acudía al olor de la sangre. Estos germanos se han sacado de la manga un híbrido perfecto (¿Blackened Post Hard Core?) y son el depredador perfecto que a dentelladas se lo van a tragar todo: caña, sedal, cebo y hasta el gran tiburón blanco.
Puntuación
Nota - 9
9
Nota
El jefe Brody tiraba aquellas tripas y sangre de pescado para atraer a una presa más grande. Y estos BAIT no, no son el cebo, ni siquiera el tiburón que acudía al olor de la sangre. Estos germanos se han sacado de la manga un híbrido perfecto (¿Blackened Post Hard Core?) y son el depredador perfecto que a dentelladas se lo van a tragar todo: caña, sedal, cebo y hasta el gran tiburón blanco.