CABEZA DE CABALLO (ESP) «Iron and wood» CD 2013 (Discos Macarras)
Cágate lorito. Si les va a ustedes el rollo del bueno en cuanto a sludge, doom, stoner, groove metal y todo eso que hay ahora en el underground metálico del siglo XXI, aquí tienen ustedes corte para hartarse, pero corte de la hostia. Harto de que le den a uno el particular tocomocho del gato por liebre, es de agradecer que en la escena metálica hispana aparezcan grupos como este que van directos a lo que importa: dejar al personal con espasmos tras oír este tremendo trabajo. Aquí no damos una matrícula de honor por la cara. Aquí hay que currárselo pero bien. Y estos señores caballunos se lo curran con un cruce entre los Motorhead de la primera época, los Corrosion of Confomity de “In the arms of god”, los Pantera de cuando inventaron el groove y por supuesto los Black Sabbath de su debut. El vocal bien podría imponerse en los escenarios de Europa haciendo competencia a sus colegas de Transport League o de Cult of Luna, época última. Lo que pasa es que son españoles, si fueran suecos ya estaríamos todos hablando de la “nueva promesa” del metal subterráneo. Con unas canciones que no dan tregua, con unos solos de guitarra tremebundos, por no hablar de la base rítmica que parece sacada de una factoría de tanques Sherman de la Segunda Guerra Mundial listos para ser enviados a combatir a su competencia en los Panzer alemanes, hay que dejar claro ya de una vez por todas que CABEZA DE CABALLO merecen todo el apoyo que se les pueda brindar. No sabemos mucho de ellos, y eso a pesar de que nuestro colega Álex del fanzine Era del Metal (un fanzine de papel, otra rareza) nos había advertido de que estábamos a punto de obtener en tierras hispanas lo que nunca se había conseguido aquí, o muy pocas veces. Esto es, una banda nacional que debería, pero ya, ser llamada a tocar en esos festivales europeos donde se da cancha a las bandas nuevas. No nos parece a nosotros que estos équidos sean nuevos en el asunto de tocar. El disco suena tremendo, con una producción atronadora a la par que limpia y grumosa, como toda banda del género sludge que se precie ha de recibir, y en eso ─en sonido─ nada han de envidiar a lo que nos viene de tierras nórdicas. Cómprenlo. A estos sí que merece la pena darles unos talegos, que para luego es tarde y viene las quejas de que si yo hubiera sabido, si yo hubiera podido. Cabeza de Caballo tienen cojones, los cojones de un caballo, por supuesto.