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Crítica: Santi Machín
Para aquellos que no los conozcan, MIZANTROPIA es un quinteto nacido en Ucrania allá por el año 2003. Desde entonces la banda de Extreme Gothic ha lanzado dos EP, un single y dos largas duración. Hoy desarrollamos estas líneas para sumergirnos precisamente en su último disco de estudio. “Oblivion” vio la luz el pasado 23 de abril bajo el sello de Metal Scrap Records, un álbum compuesto por once temas que nos ofrecen cincuenta minutos de un Extreme Gothic bastante interesante, bellamente oscuro y con una atmósfera profunda propia de los países del este. Un trabajo muy a tener en cuenta que pasamos a desglosar.
El disco se abre con “Dark Gathering” composición llena de orquestaciones y ritmos acelerados. Extrem Gothic atmosférico donde destaca la casi voz operística de Catherine Sinegina y los profundos guturales masculinos en los coros. Anastasiya Kurchenko nos da una batería potente y rápida. El tema cuenta con unos pasajes muy góticos que iremos disfrutando en mayor cantidad con el avance del disco. Llamativo bajo de Anton Abramov en esta primera entrada.
Seguimos con “The Castle”, la cual comienza de forma relajada con las guitarras de Serhii Yasir y Serhii Vojtenko en modo acústico, este suave inicio viene acompañado de la suave voz de la cantante femenina. Un inicio muy Dark Wave que sirve de antesala al espléndido Extreme Gothic de la banda, estilo que se abre con la distorsión de las seis cuerdas y la brutal voz masculina. Teclados fríos y envolventes en una oscura esencia. Esta segunda composición tiene unos cambios de ritmos muy marcados que nos llevan de un estilo a otro de forma impecable.
La tercera en salir a escena se titula “At The Bottom Of Eternity”. Volvemos a vivir desde el principio esos pasos del Extreme Gothic que se mezclan con los sonidos del Gothic más elegante, esas melodías de salón, ese Gothic que por su suavidad se disfruta más en la comodidad de un sofá que en directo. Este tema cuenta con una gran base más cercana al Symphonic con ese toque de oscuridad que n os suelen venir de los países del este.
Seguimos con “Poison Of Life”, y llegamos al tema que más despertó mi interés. Buen inicio a base de guitarreos y una batería bastante técnica. Los guturales vuelven a meternos en el lado más Extreme mientras que la voz femenina nos introduce en el lado más Gothic. Cambios de ritmos espectaculares donde las seis cuerdas se presentan más potentes que nunca. Pasajes entrecortados y pausados para darnos partes muy cercas del Melodic Death Metal. Esta cuarta entrada tiene el estribillo más pegadizo de todo el disco.
Continuamos en la escucha con “Tomorrow Never Comes”. Tema más animado, más alegre, composición que está más cerca al Symphonic Metal como DELAIN, CORONATUS o XANDRIA; solo que a una velocidad superior. Tema mmuy operístico con una voz muy al estilo y una base muy orquestal y sinfónica.
“I´m After You” nos saca en su inicio de todo lo anterior y nos introduce en melodías del Folk, donde podemos escuchar la típica flauta del nombrado estilo. Una breve intro que nos abre las puertas del Gothic más melódico, pero sin dejar atrás esa esencia de la música típica de Ucrania. Tema más lento, en sus líneas generales, que todos sus antecesores. La parte central nos ofrece de forma muy sutil ese Gothic de salón que me ha recordado a LACRIMOSA.
Le sigue “Expecting The Battle”, quien se olvida de lo anterior y regresa al Symphonic Gothic. Baterías muy marcadas y guitarras alocadas en algún momento; y técnicas en otros. El orquestal estribillo de este tema me recuerda y mucho a NIGHTWISH. El tema se mete en algunos momentos en ritmos muy desordenados y caóticos donde destaca la excelente voz tiene aquí Catherine. Estamos ante la pieza más extraña del disco.
Entramos en la parte final del disco y lo hacemos con “Fragments Of The Void”, el tema más largo del álbum con seis minutos de duración. La banda poco a poco va dejando atrás el Extreme Gothic y se mete cada vez más en el puro Symphonic. En esta pieza destacamos como gran protagonista un enorme y magnífico teclado. Canción muy orquestal, con sinfonías oscuras pero sin dejar atrás la seña de identidad del país de origen.
La novena entrada del disco se titula “See No Sight”. Al inicio el potente gutural me pide otro tipo de pasaje instrumental, no me acostumbro a los guturales teniendo un ritmo tan lento e incluso limpio desde los instrumentos, menos mal que la parte instrumental va in crescendo y arregla un poco el extraño inicio. Gran juego de las dos voces que nos da paso a un buen pasaje instrumental en la parte central/final donde podemos incluso vivir un buen punteo de guitarra.
Llegamos a la canción más corta con “Insomnia”. Pieza suave de melodía tranquila que nos acerca de nuevo a ciertos acordes del Folk, donde incluso el registro de voz femenino cambia para que esa raíz se note aún más. Ritmo que hace un claro homenaje al país de la banda.
Y cierra el disco “One For The Road”. Donde la banda se va por otros caminos, ritmos incluso del Country?…la entrada solo dura un minuto y diecisite segundos para dejarnos luego en silencio hasta el minuto dos y veinte donde escuchamos sonidos de tabernas, gente bebiendo, riendo, brindando y un acordeón de fondo…para dejarnos un tema rápido a base de un acordeón, guitarras y un gutural espléndido, pero la verdad es que nos encontramos con el peor final de disco que se podía esperar.
En definitiva este “Oblivion” comienza con fuerza, dándonos un espléndido Extreme Gothic, donde podemos introducirnos en ciertas partes con los acordes más reconocibles del Gothic más sinfónico. La pena es que el disco cambie tanto mientras avanza en su track list. Del Extreme pasamos al Symphonic y de éste nos metemos en sonidos de Folk. Cambio que no se esperaba cuando uno escucha las primeras canciones de este disco. No es más álbum, pero ese cambio de tendencias inesperado deja al final de su escucha un mal sabor de boca, rematado aún más por el mal final del álbum.
