[CRÍTICAS] THE DROWNING (GBR) «Senescent signs» CD 2016 (Casket Music)
Por Álvaro García Benito
Hoy tengo el placer de anunciar a una banda que me ha introducido en el mundo del Doom/Dark/Death metal (sigue sin gustarme usar el entramado de etiquetas que parece crecer día a día con esto del metal, pero qué le vamos a hacer). Esta banda es THE DROWNING, que viene presentando su disco: SENESCENT SIGNS. Jamás había prestado atención a este género, entre otras cosas porque jamás había lo había llegado a observar en profundidad y pese a que las voces en growl siguen sin parecerme atractivas, he de admitir que el aura oscura y depresiva de esta música ha conseguido conquistar mi corazón.
En su disco podremos encontrar estructuras melódico armónicas simples pero efectivas, siempre con un carácter oscuro y triste, que sirven de acompañamiento a una voz en growl que se muestra profunda y desgarrada. Los tempos son lentos, muchas veces descendientes y angustiosos, ayudando a la comprensión de las melodías, que se desarrollan en duraciones exageradamente largas en algunos casos, como por ejemplo “Never Rest”, de más de 11 minutos. Jamás un nombre había sido tan acertado. La primera de la canciones es una introducción titulada “Dolor Saeculi”, que hace verdaderos honores a los espacios más sinfónicos de éste disco. “Broken Before the Throne” es un tema bastante rítmico en general, tanto por la voz como por la instrumental. Se desplaza de manera continua por un desarrollo de las mismas armonías, simplificando la melodía hasta puntos extremos en muchos casos. Lo que verdaderamente me enamora de este grupo son los fragmentos de canciones donde todo se vuelve una atmósfera en la que reina la simplicidad de las emociones bien expresadas, como en “Betrayed by God”, cuyo comienzo va evolucionando en superposiciones de delays de guitarras y melodías que se armonizan de forma simple y concisa. “Never Rest”, canción que he mencionado antes, es la expresión de la poca necesidad que hay en extenderse en el tiempo cuando hay tan poco que decir. Son 11 minutos en los que apenas sucede algo más que un intermedio que supone un verdadero cambio. “House of the Tragic Poet” es el otro lado de la cuerda, en el que se justifica una duración tan larga porque verdaderamente sucede algo en la canción, hay cambios en los que se mezclan pequeños solos de guitarras con voces líricas y growl, creando la atmósfera oscura que se espera en este tipo de música.
Las canciones más o menos se van moviendo por el mismo tipo de estructuras y formas, a veces un poco más agresivas y rítmicas, a veces más melódicas y expresivas, pero jamás se alejan mucho de un epicentro compositivo característico y estereotipado, que en la mayoría de casos no justifica la larga duración de las canciones. “Dawn of Sorrow” es un ejemplo de lo que veremos durante todo el disco. “When Shadows Fall” tiene un poco más de trabajo a nivel de riffs de guitarra y sobre todo en la búsqueda de formas expresivas. La última canción, “The Lament of Faustus”, comienza de manera brillante, con una guitarra que trabaja formas modales clásicas muy parecidas a las de la música tradicional norteña y que sirve de acompañamiento a una voz lírica preciosa, argumentando el principio de la historia, que se va relatando lentamente a través de las distintas voces y las diferentes sonoridades instrumentales.
A modo de resumen, podemos encontrar en este disco grandes composiciones melódicas con sonoridades tradicionales y modulares basadas en una voz lírica de soprano, que se mezclan con growls e instrumentales agresivas. La mayoría de las canciones se desarrollan en tempos muy relajados, lo que hace que su duración se alargue demasiado en algunas ocasiones, sin una necesidad expresiva explícita. Es un grupo con grandes capacidades compositivas y que ha logrado mostrarme un estilo al que no estaba acostumbra de una manera muy agradable, así que lo recomiendo.