[CRÍTICAS] VEX (USA) «Sky exile» CD 2016 (eihwaz recordings)
Por Santi Gzlez
Bajo una producción de buscado sonido analógico se nos presentan estos americanos con su tercer trabajo en el mercado. Alejados por tanto de todas esas sonoridades de marcado carácter moderno y rebuscado sonido enlatado consiguen una gran obra de carácter retro, pero capaces de hacer sentir actual y nada fuera de lugar. Y como digo, este sonido ayuda. Realmente es muy bueno, todo en su sitio, escuchable y capaz de seguir cada línea, pero sin producir a saco cada instrumento y con una batería muy natural, al igual que las guitarras, se consigue así este resultado que, en ciertos temas, pone los polos de punta.
Consiguen transmitir un aura que hace ganar muchos enteros a un estilo de gran variedad. Su base podríamos decir que es death/black melódico, muy de los noventa, pero a ello añaden, por aquí y por allí y en numerosas ocasiones, grandes dosis de folk, casi viking en algunos casos, pero sobre todo creando ambientes de marcadísimo movimiento étnico, ayudado por ciertos aspectos progresivos que le hacen ganar enteros en cuando a diversidad sonora con respecto al resto de sus coetáneos musicales. Para crear estas diferentes atmósferas se ayudan de una gran voz muy black. Es aguda pero no tan chillona como la de la mayoría de las bandas black consiguiendo así lo que pretenden, pero sin pasarse.
Estamos entonces tras un trabajo que transmite lo que bien propone su portada, melancolía y aura nostálgica y ausente, bajo un manto de death melódico, fuertemente empujado por pasajes black de carácter muy folk y con emotivos retoques doomis en paradas de tempo. No siendo aún así un disco lento, sino más bien pausado, meditado y creador de emociones, pero con una variedad total de estructuras evocadoras que pasan por velocidades púa contrapua, por guitarras desdobladas, arpegios menores a melodías de guitarra eléctrica casi étnicas, acústicas escondidas y un fuerte trabajo progresivo para ayudar a manejar todo este maremágnum.
Si entras en el te atrapa hasta el final, como si de un buen libro se tratase, y te mete en su historia, no dejándote salir hasta que hayas disfrutado una y otra vez de cada nota.