
Hacía mucho que no me acercaba yo a los LESS THAN JAKE, amigos. Di con ellos en su momento con el Tony Hawk’s Underground 2, que contaba con una banda sonora que daba gusto jugar solo por eso, y luego cayeron en el olvido (por mi parte, digo) hasta hace bien poco. Y bueno, con eso que el pasado diciembre editaron este “Silver Linings”, su nuevo trabajo de estudio y el noveno de su carrera, siendo el primer sin su batería fundador Vinnie Fiorello.
En este nuevo trabajo encontramos un nuevo bloque de temas muy frescos y pegadizos. Recordándonos a la mejor época de la veterana banda de ska punk (estilo que generalmente me espanta, pero ya ves) sonando muy alegres y festivos para poner la nota de color a un 2020 (y de momento un 2021) realmente oscuros. A destacar, algunos cortes de los más cañeros del álbum como la inicial “The High Cost Of Low Living” o la divertida “Anytime and Anywhere” junto a esos dejes casi ‘power pop’ que nos muestran en “Dear Me”, “Move” o “Bill”, recuperando con ellos algunas cositas de los inicios de la banda, cuando eran un power trío y mostrándonos su cara más alegre. También molan cortes algo más melódicos pero con ese trabajo de coros pegadizos imposibles de no cantar como “Lie To Me”, “The Test” o “Keep On Chasing” o el ramalazo Reggae de “Lost At Home”, algo inesperado que le suma un punto de sorpresa a un disco en el que, de primeras, uno no espera que haya mucha innovación ni experimentos.
La verdad es que, a lo largo de los doce temas, LESS THAN JAKE mantienen un nivel alto de frescura y variedad, siempre dentro de su estilo tan característico y bailongo. La verdad es que es imposible escucharlo sin esbozar una sonrisa e intentar marcarte algún bailoteo lamentable. Y es que a veces no hace falta pedir mucho más que el hecho de que ellos disfruten haciendo su música y que me hagan disfrutar a mi al escucharla.
Puntuación
Nota - 8
8
Nota
La verdad es que, a lo largo de los doce temas, LESS THAN JAKE mantienen un nivel alto de frescura y variedad, siempre dentro de su estilo tan característico y bailongo. La verdad es que es imposible escucharlo sin esbozar una sonrisa e intentar marcarte algún bailoteo lamentable.