Tal como avanzaba en algunos puntos de la review, sí, lo reconozco llegué a aborrecer según qué estilos debido a la masificación y a la presión de la industria discográfica. A día de hoy, parece ser que he abandonado muchos de los prejuicios y me he convertido en un oyente con algo de criterio. Parece ser, tampoco pongo mi propia mano en el fuego. Y ahora mismo, mi gusto es tan ecléctico que me da igual escuchar el Black Metal Noruego de los primeros 90’s que DUA LIPA o los mismos SMASHING PUMPKINS, el Metal más clásico de la NWOBHM o el Soul de la Motown. Dentro de aquella infecta etiqueta de “Alternative” se agruparon excelentes bandas que no encajaban bajo ningún epígrafe conocido y deplorables abortos que, por fortuna, quedaron en el olvido. Por fortuna, también, TRIPTOY entran dentro del primer grupo.
Buenos días, buenas tardes y buenas noches, buenas gentes de TRIPTOY. ¿Cómo nos encontramos?
¡Muy buenas! Nos encontramos muy bien, gracias. Cogiendo fuerzas para seguir girando “Túneles” tras el parón veraniego.
La primera, directa a la garganta. En vuestro Bandcamp, aparece la etiqueta “alternative”. ¿Qué es Alternative? ¿Y realmente os consideráis encuadrados dentro de esa, llamémosle así, “corriente” o “etiqueta”?
Realmente no nos gustan nada las etiquetas, pero entendemos que a veces son necesarias, sobre todo cuando empiezas a darte a conocer. Siempre estás en esa cuerda floja de “queremos que se entienda más o menos fácilmente qué hacemos, pero puede que para algunos el significado de esa etiqueta condicione negativamente su percepción de nuestro trabajo”.
Entendemos “alternativo”, no como un sonido o estilo concreto, sino como una especie de cajón de sastre donde tiene cabida aquello que no encaja con lo estándar. También nos gusta identificarnos con la etiqueta “progresivo”, ya que el enfoque de nuestras canciones tiende al desarrollo y al crecimiento de la canción según avanza.
Una vez le preguntaron a Robert Smith cómo definiría la música de The Cure, y dijo que, a su juicio, ellos hacen “música Cure”, ya que han tocado muchos estilos pero siempre han sonado a ellos mismos. Para nosotros eso sería lo ideal, pero para llegar a eso aún nos queda mucho tiempo y mucha música que hacer.
Contadnos un poco de vosotros, ¿cómo llegáis a conoceros y a formar la banda? ¿Veníais de otras bandas y/o de estilos completamente distintos?
Pues fundé el proyecto allá por 2009 con otros músicos que ya no están. Charly Jiménez (batería) y Alessandro Clemente (teclados y coros) se unieron en 2016, poco después de publicar el primer EP (“Sputnik”), el primero por un anuncio que pusimos en internet y el segundo a través de un antiguo miembro. Felipe Madrid (bajo y sintetizador), que era amigo de Charly y Aless, se unió en 2020 justo después del confinamiento y con “Túneles” ya grabado, y Gabi Mas (guitarra) se unió a principios de este año tras ver otro anuncio en internet. Charly había estado en algunas bandas antes de Triptoy, y Gabi toca la guitarra en la banda valenciana Fock, pero para los demás este ha sido nuestro primer grupo. En cuanto a estilos, cada uno tenemos nuestras filias musicales, pero tenemos algunos denominadores comunes sobre los que vamos construyendo poco a poco nuestro sonido.
En diciembre de 2016 publicáis el primer trabajo, “Sputnik”. ¿Qué nos podéis contar de aquella época? ¿Y qué queda de entonces?
El camino desde la fundación del grupo hasta la publicación de “Sputnik” fue más largo y complicado de lo que me habría gustado, con disolución del grupo incluida entre 2011 y 2014, pero como en muchas relaciones de pareja, en la primera experiencia no sabes muchísimas cosas que solo aprendes con el tiempo a base de palos.
Hasta aquel primer EP yo llevaba casi todo el peso creativo, pero lo que realmente quería era que Triptoy fuera una banda de verdad, la unión de la creatividad de todas las personas implicadas (que es lo que hoy, por suerte, es).
De entonces creo que queda sobre todo la esencia de rock psicodélico, y la filosofía de que lo más importante es que cada canción quede lo mejor posible. Pero el estilo ha evolucionado mucho gracias a la gente que se ha ido incorporando.
A lo largo de 2021, os metéis con el trabajo de este “Túneles”. Se sigue la línea del anterior trabajo, pero la diferencia es abismal. Más maduros, más sólidos, ¿más TRIPTOY?
Sí, este disco desde luego es mucho más Triptoy. En realidad la creación de “Túneles” (que de nuevo ha sido un camino más largo y difícil de lo que nos habría gustado) arranca en otoño de 2018, tras juntarnos un fin de semana en una casa de campo y escuchar a fondo las ideas que habíamos ido grabando en los ensayos en los meses anteriores. Ahí vimos que teníamos un material con potencial (ya se notaba un salto con respecto a “Sputnik”, con más cabezas pensantes aportando a la composición), pero el verdadero revulsivo vino cuando, en diciembre de ese año, nos pusimos en manos de Raúl Abellán (https://www.themixtery.com/), productor y mezclador del disco, a quien estamos profundamente agradecidos porque nos ayudó a llevar cada canción a donde queríamos llevarlas, y sin él no habríamos sabido cómo. Trabajar con él fue una experiencia difícil de olvidar, y estamos deseando volver a trabajar con él en cuanto sea posible. Volviendo a lo del “camino largo y difícil”, y por completar la cronología del disco, éste se grabó durante la segunda mitad de 2019 y estaba casi terminado de mezclar en marzo de 2020, pero entonces vino el COVID y nos vimos obligados, como todo el mundo, a pararlo todo y esperar. Fue un palo muy gordo para el grupo, pero teníamos claro que no tenía sentido publicarlo sin saber cuándo podríamos presentarlo en directo. Por suerte, parece que poco a poco todo va volviendo a la normalidad. El año pasado pudimos publicar el disco y este año ya hemos podido presentarlo en algunos sitios, y en ello seguiremos en los próximos meses.
¿Alguien es el compositor principal, u os juntáis en el local y empezáis a sacar ideas y vais ensamblando?
Antes de “Túneles” sí que llevaba casi toda la composición, pero como decía antes, nunca me sentí cómodo con esa situación. En “Túneles” aún estábamos en una dinámica intermedia, en la que cualquiera traía una idea más o menos trabajada, y entre los demás la completábamos aportando ideas para todos los instrumentos. Y esa dinámica evolucionó aún más cuando entró Raúl y nos enseñó cómo sacarle el mayor partido a las virtudes de cada canción, y sobre todo, cuestionar en todo momento si un instrumento tiene que estar sonando o dejando espacio y protagonismo a los demás. A día de hoy, tras lo aprendido con “Túneles”, dedicamos un tiempo de los ensayos a improvisar, y casi siempre sale algo que guardamos para el futuro. Se nota que ya nos conocemos más individualmente y como grupo, que somos más conscientes de la dirección que queremos dar al proyecto. La verdad es que es una gozada tocar con los compañeros que tengo ahora.
Temazos como “Viva España” o “En Tierra del Fuego” están entre mis favoritos… Os ha quedado redondito el trabajo. ¿Alguno en especial que queráis destacar o que os llene de orgullo?
Muchas gracias por los cumplidos, jeje. Cada uno tenemos nuestros favoritos, y además a veces cambian con el tiempo. También, nuestra percepción de las canciones, al haberlas visto nacer y crecer, es muy distinta de la de alguien que escucha el disco ya terminado. Todas tienen algo especial para nosotros, porque nos traen a la emoción del momento en que salió el primer boceto, o cuando salió determinada idea que hizo que la canción llegara a lo que ha acabado siendo. Pero bueno, por destacar alguna, “Nereus” es posiblemente el mejor resumen del sonido del disco, ya que está compuesta de pasajes diferentes pero que quedan muy naturales cuando escuchas la canción de principio a fin. También estamos muy orgullosos de “Viva España”, que inicialmente estaba muy centrada en el riff que cierra la canción, y que casi descartamos hasta que decidimos tirarla abajo y retrabajarla, guardando ese riff para cuando de verdad tuviera impacto. Y otras de nuestras favoritas son “En Tierra del Fuego” y “Psicostasis”, que pensamos que han quedado muy redondas. Y ya a nivel personal, mi favorita, sería “Doce años tarde”, que está dedicada a mi abuela, que falleció en 2006. Fue la última canción que trabajamos antes de entrar a grabar, y estuvo a punto de quedarse fuera porque ya estábamos saturados de trabajar en el resto del disco, pero entre todos (Raúl incluido) hicimos un gran esfuerzo y conseguimos darle al disco el cierre que sentíamos que necesitaba.
No sé si estaréis de acuerdo conmigo o no sobre lo que he escrito en la review, pero muchas veces la creatividad, el músico, se ve cortado desde un despacho y la masificación de la música más que ayudar tiene justo el efecto contrario.
La situación actual de la música es un debate que nos encanta y con el que nos tiraríamos horas hablando. Vemos la facilidad para grabar y publicar música hoy día como un arma de doble filo. Por un lado es estupendo, porque cualquier artista tiene la oportunidad de compartir su trabajo con el mundo, pero al mismo tiempo, con tantísima oferta, es mucho más complicado abrirse paso y destacar. Además, en una sociedad en la que prima el consumo audiovisual rápido, y en la que la industria musical busca inversiones seguras con productos fáciles que generen mucho dinero, es muy difícil pedirle a alguien que escuche un disco de cerca de una hora con canciones, casi todas de más de cuatro minutos, y algunas de siete o nueve minutos. Por suerte, nosotros no tenemos el problema de ver nuestra creatividad condicionada por nadie “de arriba”. Casi todo el mundo nos dijo que publicar un larga duración era un error a nivel comercial, pero nos dio igual porque queríamos entregar un disco completo, como aquellos que nos hicieron enamorarnos de la música, y tuvimos la suerte de permitirnos ese capricho. Pero eso no quita que, siendo conscientes de las reglas actuales del juego, en el futuro busquemos adaptarnos a ellas para nuestro beneficio. Eso no significa que ahora vayamos a hacer canciones pop de tres minutos, pero sí que estudiaremos bien cómo publicar las próximas canciones para intentar atraer a un público que, si bien le puede gustar lo que hacemos, no tiene como rutina dedicar una hora de su tiempo a escuchar un disco completo.
Nuestra meta no es el dinero (aunque a quién no le gustaría al menos pagar las facturas haciendo lo que más le gusta), pero sí pensamos que podemos publicar nuestro trabajo de forma que llegue a más gente. Y ahora que ya hemos publicado un larga duración, nos sentimos más “en paz” para considerar otros formatos.
¿Y ahora qué? Porque, yo por lo menos, después de un trabajazo como este “Túneles” me sentiría abrumado por la presión de sacar un próximo trabajo a la sombra de este.
¡Muchas gracias de nuevo! Pues la verdad es que todo lo contrario. En “Túneles” crecimos mucho como músicos y como grupo, y lo notamos en cómo escribimos canciones ahora. Tenemos ya un buen puñado de ideas que han ido saliendo en el local en los últimos dos años, y estamos deseando volver a trabajar con Raúl para ver hasta dónde llegamos juntos esta vez. Pero antes de eso queremos dedicar algo más de tiempo a tocar “Túneles” en directo.
¿Cuáles son vuestras principales influencias? ¿Un trabajo de cualquier época y de cualquier estilo que es la piedra angular, esa fuerza motivadora, ese momento de decir “Joder, me habría gustado ser yo quien grabase esto”? ¿Algo que hayáis descubierto en este par de años? ¿Algún álbum “inconfesable”?
A día de hoy nuestras mayores influencias serían Radiohead, Smashing Pumpkins, Leprous, Pink Floyd y Standstill. Disco que me habría gustado haber grabado: hay muchísimos, pero me quedaría con “Mellon collie and the infinite sadness” de Smashing Pumpkins, que casi 30 años después me sigue alucinando con la cantidad, calidad y variedad de material que se sacaron de la manga en apenas año y medio. Además fue el disco que me animó a aprender a tocar la guitarra, con lo que tiene mucho valor sentimental para mí. Algún descubrimiento reciente: aunque no son artistas revelación precisamente, el último disco que me ha llamado (y gratamente) la atención ha sido el “A light for attracting attention” de The Smile. Inconfesable: “Older”, de George Michael, jajaja.
Muchas gracias por vuestro tiempo y vuestro trabajo. Micrófono abierto para vosotros.
Muchas gracias a vosotros por dedicarnos tiempo en esta entrevista y en la estupenda reseña de “Túneles”. Siempre es una alegría ver que gusta nuestro trabajo. Pronto anunciaremos fechas de nuevos conciertos para presentar el disco en nuestras redes sociales. ¡Esperamos veros pronto por los escenarios!