Parece que de tanto hablar de Black Metal y satanismo pérfido en los discos que escucho, al fin algún ser se ha manifestado para intentar tomar forma humana con carne mutilada en campos de batalla civil de Europa del Este, meterse en un estudio y editar un disco. O tal es el juego que vamos a seguirle a un laberinto de gritos y malformaciones morales al artista conceptual llamad@ Faustyna IHS Moreau. El proyecto en cuestión es BIESY, con un disco donde muestra la piel de un alma atormentada y graba “Transsatanizm”. Un registro desesperado de alternancias entre voces complejas y exigidas, con melodías entre Post-core y Black. Si hacemos un repaso rápido, la interpretación, la performance, es fundamental y no puede omitirse. Si bien hay un trabajo interesante, con tintes de Industrial, Atmosferic y cuanta referencia europea se haya aportado al Metal, la pureza que impregna de desesperación cada canción es tan palpable que hace inevitable irse un poco a NATRAYM.
Los discos conceptuales unipersonales reflejan una desidia permanente, un odio irreverente que escupe a la cara de todos los preceptos sociales que llevan años intentando dirigir el planeta. Pues lo conseguido en “Transsatanizm” es un ejemplo perfecto de irreverencia y acidez. Violencia sexual y personificar todo lo oscuro, malvado y agresivo del Black en un disco que contiene un mapa tecnológico y desesperado para la liberación interna de demonios Polacos que te mastican la carne. No se me ocurre mejor escenario para pinchar este disco que llevar un par de día sin dormir, tener que estar constantemente hidratándome los ojos y luego de dejar rular las primeras canciones de este disco, poner al máximo una buena torre de amplificadores, sentarme en medio de una fábrica abandonada y que suenen en repetición “Nowa Transylwania” y “Karolina 23”… Luego de eso recuperar el hábito de leer una biblia satanista, prender un cigarrillo y esperar a que llegue la policía agitando confusas banderitas de Vox.
Es un muy buen trabajo, reitero, que no puede separarse de la confrontación moral que propone el personaje, el trabajo en sí peca, un poco, de repetición de estructuras y tonalidades que podrían haber sido más contundentes en un E.P., pero todo el juego que se propone es muy inteligente. El manejo de un éxtasis total desde la primera violenta canción, apenas mengua, pero, sobresale por encima del resto, las interpretaciones que emulan a entidades oscuras, doloridas, que se nutren de este sufrimiento encarnado a la perfección por Faustyna IHS Moreau en el diseño global del disco. Para quienes gustan de encontrar artistas conceptuales inconformistas que utilizan el dolor como motor de liberación, y quieren sentir el idioma universal de la música, este disco es perfecto.
Puntuación
Nota - 7
7
Nota
Es un muy buen trabajo, reitero, que no puede separarse de la confrontación moral que propone el personaje, el trabajo en sí peca, un poco, de repetición de estructuras y tonalidades que podrían haber sido más contundentes en un E.P., pero todo el juego que se propone es muy inteligente.