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[CRÍTICAS] ATREYU (USA) «Long live» CD 2015 (Spinefarm Records)

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Por: Titus Ferrer Bellés

Difícil texto este que me traigo entre manos. Ya que para un servidor la vuelta de ATREYU a nuestros oídos podría resumirse sencillamente en que firman de nuevo un disco que suena más a ellos en su mejor época (O al menos eso ha considerado siempre el gran público cuando se habla de su archiconocido “The curse”.) que nunca.

Como entiendo que, por supuesto, exigís algo más de calidad en una review de un disco tan significativo como es este, intentaré desarrollar un poco esto.

ATREYU ha sido uno de esos grupos en recibir altas dosis de criticismo a casi cada álbum que han sacado posterior al anterior. Que si a “lead sails paper anchor” le falta gutural, que si al “Congregation of the dead” se le  ve demasiado el hard rock … que si ya no suenan a metalcore … Todo esto hace mención a  cambios que a mí nunca me han parecido tan significativos, ya que por ejemplo creo que ellos nunca han sonado a puramente a metalcore, y para mí se les englobaría más en la familia de la nueva ola de American rock, con grupos como KILLSWITCH ENGAGE o FIVE FINGER DEATH PUNCH, que al igual que ellos no terminan de dejar claro dónde están las fronteras en su estilo. Sin embargo entiendo que se puedan remarcar tanto estos cambios y que es cierto que ha habido variaciones tras la salida de casi cada uno de sus trabajos.

Esta vez, y tras cuatro años de silencio, han vuelto a por todas. Está claro que han decidido ir en busca de la aprobación del público. Que pese a lo despectivo que eso pueda sonar, al fin y al cabo no tiene por qué serlo. No si el público lo que busca en un grupo es lo mejor que saben hacer. Y en este “Long live” el balance de elementos que componen a ATREYU está absolutamente bien llevado.

Está  claro que ellos son un grupo de formula. Gritamos los puentes, estribillos melódicos pegadizos como ningunos y melodías de guitarra por lo general muy erizadas y estridentes.

Y es cierto que de lo que el grupo suele pecar es de la similitud que siempre tienen todos sus temas. Pero al fin y al cabo, la festividad de una propuesta que apunta directa hacia el disfrute y el entretenimiento de su público puede permitirse eso si la fórmula es tan funcional. Y es que de hecho gran parte del público ya dejó claro su desacuerdo cuando el grupo intentó apartarse un poco de esta tónica con “lead sails …”, un disco en el que los temas se diferenciaban más entre sí, dados ciertos cambios de estructura y un espíritu más emocional.

Así que en este caso, volvemos a encontrarnos ante un disco de fórmula directo que supone un chute directo a nuestro sistema psicomotriz.

La primera mitad del disco es sin duda la parte más inspirada del mismo. Abrimos directamente con uno de los adelantos, y tema homónimo al disco: “long live”, que ya nos dejó clara la línea que se iba a seguir.

De este bloque quisiera destacar “I would kill/lie/die (for you) y sobretodo “A bitter broken memory”, que tienen fuerza suficiente, sobretodo en sus estribillos, para convertirse en nuevos himnos como fueron en su momento “The crimson” o “Right side of the bed. Temas que espero que hayan escrito, ya que eso es lo que parece, de cara al directo. Y ojalá disfrutarlos aquí algún día.

El disco corta por la mitad con el dueto formado por dos  temas más lentos y melancólicos. “do you know who you are” y el interludio “Revival”. Siendo el primero directamente el peor tema del disco con diferencia, al que al parecer quieren darle un protagonismo a mi parecer absurdo. Ya que el tema parece estar escrito más como una gracieta para levantar palmas en los directos que como un tema real. Es una pena que por ello se vea diezmado el resultado final. Al menos es cierto que funciona mejor en compañía de “revival”, dándole un lugar concreto en el disco.

Y de nuevo, el disco vuelve a la tónica general ya tantas veces mentada. Empezando este segundo bloque con el que posiblemente es el tema más distinto de todo el álbum: “Heartbeats and flatlines”. Tema que crece en agrado sin duda con las escuchas. Con un riff inicial y un estribillo que podrían estar sacados directamente del “Congregation of the dead”. Una de las grandes del álbum, eso sí, cuando uno ya le ha dado a este unas cuantas vueltas.

En cambio, su directa predecesora “Brass balls” podría estar sacada directamente de su primer “Suicide notes and butterfly kisses”. Sencillo, directo y con un sonido muy macarra. Only for true fans.

El cierre del disco es apoteósico, con esa “Reckless” que podría ser como un recopilatorio de todo lo que el disco ha ofrecido, y hasta de su carrera. Un tema que empieza brillante, melódico, guitarrero … y que poco a poco, y a base de gang vocals se va oscureciendo hasta, en este caso, convertirse en metalcore gordo y grave de la más pura cepa. Como para no alegrarse de que hayan vuelto.

Por último quiero reivindicar “So others may live”, ese tema que por algún motivo han decidido dejar fuera de la estructura del disco como tal y que solo se incluye como extra en ciertas ediciones. Posiblemente uno de los mejores singles que ATREYU han escrito, o al menos uno de los más pegadizos, y que despertó mucho más mi emoción al escucharlo de lo que lo hizo “Long live”, que si formaba parte del álbum.

Poco más me queda por decir sobre esta esperada vuelta de ATREYU a nuestras vidas. Me alegro infinitamente de tenerlos de nuevo para nosotros, y agradezco muchísimo este chute de nostalgia y adrenalina fresca que ha sido este comeback tan real que han decidido hacer. Una vez más, ¡LONG LIVE!

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