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Por Maki Pérez Jáuregui
Sin duda 2015 fue un gran año para el black metal en el que no solo disfrutamos de álbumes increíbles como los trabajos de MGLA, DEAFHEAVEN, PANOPTICON, DRUDKH y muchos más que me dejo en el tintero… sino que también ha sido el año que ha dado a luz a una banda tan majestuosa como BATUSHKA. Estos polacos lanzaron su “Litourgiya” de la mano de Witching Hour Productions a finales del año pasado y su fama sigue extendiéndose por todas partes actualmente. BATUSHKA hace gala de una rica y compleja composición gracias a los tres miembros que componen el grupo. De éstos únicamente conocemos sus pseudónimos en cirílico: Кристофор con bajo, guitarra y realizando las voces, Мартин a la batería y por último Варфоломей a la voz. Como dato curioso, BATUSHKA (“Батюшка”) significa “padre” o “sacerdote” que oficia la Divina Liturgia. Por otra parte, en el artwork observamos una pintura de la virgen y el niño de estilo bizantino pero con las caras de ambos emborronadas. “Litourgiya” tiene una duración de cuarenta minutos y está formada por ocho letanías: purificación, bendición, sabiduría, misericordia, santa entrada, esperanza, verdad y salvación.
BATUSHKA ha logrado crear un álbum tremendamente ambiental y potente. La magia de este disco reside principalmente en la fusión de las voces o cánticos religiosos, de un tono grave y sentenciador, con los shrieks y growls más brutales. En “Yekteniya I” es donde más lo apreciamos, mezclado con campanitas y más elementos que recrea una atmósfera solemne. “Yekteniya II” arranca con fuerza, la batería es rápida y con un doble bombo brutal. Los riffs son aplastantes, impecables. La melodía de la “Yekteniya III” es sencillamente épica. Los shrieks son desgarradores empujados por unos blast beats impresionantes. Toda esta velocidad contrasta con el coro ceremonioso al fondo, creando un conjunto extraordinario. “Yekteniya IV” y “Yekteniya VI” hacen gala de un bajo denso y fulminante hasta que rompe en un torrente de riffs veloces. Los cambios de ritmo están más que bien llevados a lo largo de todo el disco. Por último, los temas más oscuros y con un tono más deprimente son desde luego “Yekteniya VII” y “Yekteniya VIII”, donde parece que estamos totalmente inmersos en el templo.
No hay ninguna duda de que “Litourgiya” es una joya. Un black metal fresco y enérgico con partes de doom más oscuras donde todos los instrumentos brillan con luz propia. BATUSHKA ha realizado un trabajo impresionante y no merece la pena que diga nada más salvo que ya estáis tardando en escucharlo.
