XOTH (USA) «Interdimensional Invocations» CD 2019 (Autoeditado)
En el capítulo de hoy de “La influencia de la obra de H.P. Lovecraft en el Heavy Metal” (título ficticio, pero que habrá que ponerse a escribir en breve) tenemos una nueva entrada/aportación. Hoy nos referimos al hogar del gran Cthulhu, una estrella binaria gris a la que los antiguos egipcios se referían como Sothis, que Clark Ashton Smith (otro colega del ermitaño de Providence) llamó Zoth y que en la obra de Lovecraft fue llamada XOTH. ¡Colorea y aprende con Teo!
Como también he mencionado en alguna otra review, adoro al escritor de Providence, o sea que no es de extrañar que cuando esta banda apareció por la redacción pidiese hacer la review. Estos cuatro tarados provienen de Seattle (Washington), cuna del Grunge y ciudad natal de JIMI HENDRIX, y ¿a qué se pueden dedicar cuatro instrumentistas de alto nivel, con ese acervo cultural en la ciudad y que han elegido ese nombre? Pues hombre, a la electro-cumbia no, desde luego que no. Por el contrario, estos cuatro terroristas facturan un Death Metal de alto octanaje, pero con un filo técnico y complejo que apabulla a la escucha. Se nota lo que han mamado desde que eran pequeños (DEATH, CYNIC, SUFFOCATION) pero también hay algo más y lo que han plasmado en su segundo álbum, “Interdimensional Invocations”, merece, cuanto menos, una escucha.
“Casting the Sigil” ya nos ofrece las señas de identidad de XOTH. Las líneas de guitarras se van doblando la una a la otra (habrá que meter a Tyler Sturgill y a Woody Adler dentro del listado de grandes combos junto a Downing-Tipton, Murray-Smith, Hanneman-King) en un intrincado arabesco en la que es difícil determinar cuál es solista y cual rítmica; el bajo de Ben Bennett arrolla y cierra filas en torno a las otras cuerdas con unas complejas y notorias líneas que redondea Jeremy Salvo con una demostración de cómo pulverizar una batería, anclado en lo más Death. Y eso sólo en el primer tema. A continuación, “Mountain Machines” desarrolla aún más lo expuesto en el primer tema, elevándolo hacia un nuevo nivel y si escuchas con atención, si eres capaz de discernir los cuatro instrumentos de forma separada, oirás una hidra con cuatro cabezas, pero todas con un objetivo común: fundirte el cerebro dentro del cráneo.
Todos los temas tienen una no-estructura similar. XOTH no es una banda de intro-verso-verso-estribillo-solo-verso, etc. No es una banda sencilla de escuchar. Aprovechando la extensa obra de Lovecraft, vamos a definir la banda con otro término: la banda es como la arquitectura de R’Lyeh. Dicha ciudad, sumergida en el Pacífico Sur, es la tumba del Gran Cthulhu. De los edificios de dicha ciudad, se dice que están hechos de colosales piedras verdes que encajan entre sí de un modo no eúclideo, con ángulos imposibles. Pues así es la música de estos cuatro tarados. Ya os lo llevaba advirtiendo desde el principio. “Unseen abductor” ataca de un modo histérico y machacón, con esas guitarras atacando tu cordura, el bajo y la batería doblando y remachando el asalto. Y da igual este tema, que “Haruspex” o “The Ghost hand of God” o la brutal, y no por ello menos melódica, “Melted face of the Soul”.
No, no es banda fácil. Pero después de doscientas o trescientas escuchas, te das cuenta que es como la música de Erich Zann (otra referencia a otra obra del genio de Providence): hecha de chirridos cósmicos, síncopas imposibles, tempos anómalos y de algo que te dice que no es bueno para tu salud mental seguir escuchando eso. Pero en mi caso, como he dicho, después de doscientas escuchas, me he dado cuenta de otra cosa; que a pesar de no ser banda sencilla, XOTH son alta y extrañamente adictivos.
Puntuación
Nota - 9
9
Nota
Pero en mi caso, como he dicho, después de doscientas escuchas, me he dado cuenta de otra cosa; que a pesar de no ser banda sencilla, XOTH son alta y extrañamente adictivos.